Sorpresa en Qatar

172 15 2
                                    

(Narra Marc)

Esta semana ha sido algo diferente. Sigo queriendo matar a Kent por acercarse a Leticia, pero cuando estoy con Isel, todo se me olvida y soy solo suyo.

- Marc, vas a llegar tarde al aeropuerto.

- Voy amor. Pequeña, te amo. Nos vemos el lunes mi tesoro. Campeón, pórtate bien -les doy un beso y bajo.

- ¿Lo tienes todo?

- Sí. No me dejo nada -Rubí se apoya en mi pierna y me agacho para acariciarla-. Adiós a ti también.

- Te voy a echar de menos.

- Son solo cuatro días. Además, dos pequeñas partes de mí se quedan en las cunas que hay arriba.

- No hagas el tonto y cuidaos -la voz de mi mujer se quiebra y empieza a sollozar.

- Shh... Princesa, quédate tranquila. Todo va a estar bien -la beso y subo al coche con Santi que ya me está esperando.

- Van a estar bien -me dice.

- Lo sé. Es solo que no me gusta dejar a tu hija preocupada y a punto de llorar.

- Ahora ves lo que me pasaba a mí.

- Sí. Ahora te entiendo y no me gusta.

- Bueno, el tiempo puede pasar rápido.

Facturamos las maletas y subimos al avión que nos llevará a Qatar.

Un viaje tranquilo que se acaba en la capital del país. Y aún sigo con el ánimo por los suelos. Es la primera vez que me separo de mi familia y, lo peor, es que sé que no va a ser la única vez que lo haga.

- Enseguida cielo -Santi se acerca-. Es mi hija.

Llamada telefónica

- Leli, mi princesa.

- Marc, ¿qué tal el viaje?

- Bien.. ¿Y vosotros cómo estáis?

- Como nos dejaste. Los niños durmiendo y yo en el salón esperando a Val.

- Entonces sigues llorando -recuerdo como la he dejado horas antes.

- Un poco. Pronto se me pasa, tranquilo.

- No me digas eso. Sabes que me pongo peor.

- Lo sé. Pero sé que no puedes volver. Así que ponte como quieras.

- Sabes que, si quiero, puedo dar la vuelta.

- ¿Y tener un cero en la carrera? No estoy hablando con mi marido.

- Me conoces bien. Cuando vuelva pienso castigarte.

- Deja el papel de Christian Grey que no te pega nada. Te dejo que ha llegado Val. Te amo.

Me río por lo que me ha dicho y me despido de ella.

- Yo también te amo.

Fin de la llamada

- ¿Ya estás mejor?

- Sí. Ella sabes hacer que me sienta mejor.

- Vayamos al circuito a instalarnos y a que descanses un poco.

Llegamos al circuito y veo como la cara de Santi se vuelve seria y su mandíbula se tensa. Sé que eso es por algo que no le gusta y, cuando me giro a ver que es lo que le ha cambiado el humor a mi suegro, lo veo. Danny Kent.

Voy directo a donde se encuentra y, sin pensármelo dos veces, le pego en la cara tirándolo al suelo. Para su suerte, Pol y Fabio vienen a agarrarme. Le habría matado.

- ¡Marc basta!

- Suéltame que lo mato.

Fabio me da una bofetada con la que consigue que entre en razón.

- Lo siento, pero lo necesitabas.

- Gracias Fabio -me dirijo a Kent todavía en el suelo-. Procura no cruzarte conmigo si voy solo.

Mi hermano llega corriendo y, con la ayuda de Santi, me llevan hasta el motorhome al que no me apetece ir.

- ¿Te has vuelto loco?

- No. ese imbécil casi besa a tu hija.

- Lo sé. A mí también me pone enfermo lo que hizo, pero esa no es la manera de resolver las cosas.

- Hermano, Santi tiene razón. Lo que debemos saber es por qué buscan a Leli.

- Pues se lo sacaré a base de golpes a Kent.

Los tres seguimos con la discusión hasta que me canso de ellos y los echo. Solo quiero estar con una persona en el mundo.

(Narra Leticia)

- Val, mamá. Los niños están durmiendo y hay leche en la nevera. Me voy, os quiero.

- Y nosotras cielo. Buen viaje.

Voy a darle una sorpresa a Marc estando con él todo el fin de semana. ¿Quién me iba a decir que la sorpresa me la daría él?

Llamada telefónica

- Papá, ¿qué ha pasado? ¿Estáis bien? -mi padre no me llama si no pasa algo.

- Si por bien quieres decir que Marc casi mata a Kent, estamos perfectos.

- ¿Qué Marc qué? -no me puedo creer lo que mi padre me está contando.

- Ven rápido. No quiero que haga más tonterías.

- Voy a coger el avión. Luego hablamos. Te quiero.

Fin de la llamada

Llego a Doha y Emilio me está esperando para llevarme al circuito.

- ¿La ha liado mucho? -pregunto sin saludar.

- Bastante. Ahora están tu padre y Alex con él. No quieren dejarlo solo.

- Es que no puede estar solo.

llegamos al circuito y nos encontramos con Fabio y Dani.

- ¿Qué haces aquí? ¿Has venido por lo de Marc? -me pregunta Dani sorprendido.

- Iba a darle una sorpresa, pero parece que me la ha dado él a mí.

- Ve al motorhome. No creo que le puedan retener mucho más.

Corro hacia allí y llego justo cuando mi padre y mi cuñado salen por la puerta.

- Es todo tuyo cuñadita. Mucha suerte.

Entro y veo como Marc va a gritar, pero en cuanto ve que soy yo se abalanza sobre mí para besarme.

Nuestras lenguas comienzan una guerra que nuestras manos acompañan desnudando el cuerpo del otro.

- Me alegro de que estés aquí. Te necesitaba -me dice antes de succionar mi cuello.

- Ahh... -solo soy capaz de gemir.

Marc nos lleva hasta la cama donde me tumba y empieza a repartir besos por todo mi cuerpo mientras yo me retuerzo debajo de él. Sube hasta mi boca para acallar el gemido que doy cuando me embiste.

Nuestros gemidos se escuchan por todo el motorhome y también algún que otro jadeo.

Marc acelera las embestidas hasta que los dos llegamos al orgasmo.

- Siento lo que he hecho princesa.

- No pasa nada. Solo me estabas defendiendo.

En el fondo no le estoy mintiendo. Pero no le voy a decir que me gusta el Marc malo.

El jefe de papá (EJDP1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora