Quiero estar contigo

229 15 3
                                    

Acabamos de llegar a casa. En un par de horas vendrán todos para que les contemos que hemos hecho estas semanas.

- Menos mal que les has convencido de que nos diesen tiempo para recoger un poco.

- Debes descansar princesa. No has tenido un buen viaje. Ve a la cama. Yo lo ordeno todo.

Le hago caso porque verdaderamente el viaje me ha sentado fatal. Todo daba vueltas a mi alrededor y sentía como que me iba a caer en cualquier momento.

- ¿Dónde dejo los regalos para los chicos?

- En el salón para dárselos luego.

- ¿Y el ordenador y el resto de aparatos electrónicos?

- En la habitación de al lado. Pero si vas a preguntar dónde va cada cosa, prefiero que te tumbes conmigo. Lo recojo yo todo después.

- Guardo la ropa y me tumbo contigo.

Marc guarda la ropa mientras le miro con una mano en el vientre. Todavía no me puedo creer que le vaya a dar un hijo a Marc.

- Les tenemos que dar la noticia a todos cuando vengan.

- Sí. Espero que no se pongan muy pesados -confieso.

- Sabes que lo harán. Es nuestro primer hijo.

- O hija -le digo a Marc.

En cuanto acaba de de guardar la ropa, Marc se tumba en la cama empezando a acariciar mi vientre mientras una sonrisa invade su cara.

- ¿Qué nombre le pondremos?

- Si es niño, me gustan Joel y Dani.

- Pues si es niña, Isel. Y no te doy elección.

- Isel Márquez. Me gusta. Suena muy bien.

- Como que lo ha elegido su padre.

Él timbre de la puerta suena avisando de que ya han llegado. No me había dado cuenta del tiempo que habíamos estado en la cama.

- Hola chicos. Pasad.

- Hola enana. Te veo muy bien.

Solo han llegado nuestros amigos, casualmente, los que habíamos estado en la discoteca la noche de bodas.

- Nuestros padres han dicho que vienen por la noche. Para estar la familia sola.

- O sea, que luego vas a volver -se queja de broma Marc.

- Hermanito, ni Val ni yo nos iremos. Os ayudaremos con la cena.

- ¿Voy a tener que cocinar? -no me apetece nada.

- Los Márquez son los que van a cocinar -Val me salva con su idea.

- Bueno, ya pensáis en eso después. Ahora quiero ver las fotos -Lau está muy impaciente.

- Iré a buscarlas.

Pongo el ordenador delante de los chicos que van pasándolas una a una intentando adivinar donde habíamos estado.

- ¿Esa no es... ¡ES SEATTLE!

- Sí. Es Seattle. Algunas de las fotos están hechas desde la noria.

- De noche mola más.

- Pablo, ¿crees que de noche me apetecía estar en la noria? -Marc me abraza por detrás dejando a entender lo que no quiere decir.

- Cierto. Yo tampoco hubiese desaprovechado una noche.

- ¿Queréis los regalos? -cambio de tema.

El jefe de papá (EJDP1)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora