Yo no recuerdo eso

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Domingo. Hoy son las carreras y me ha tocado madrugar para preparar las motos de mi novio y su hermanito. No es que me moleste, pero preferiría quedarme en la cama con él.

- Bueno Alex, tu moto ya está.

- Gracias Leli -y me da un beso.

- De nada. Y si no te veo después, mucha suerte en la carrera.

- Gracias.

Me despido de Alex y me voy corriendo al box del Repsol Honda. Mientras corro voy pensando en si no podían haber puesto sus boxes más cerca. Cuando llego casi no puedo ni respirar y eso mi padre y Marc lo notan.

- Cariño, estás roja.

- Pues claro que estoy roja. Vengo corriendo desde el box de Alex.

- Ven y descansa un poco. Siéntate en mi silla.

- No Marc. Primero tengo que trabaja. Luego descanso un poco.

- Princesa, por favor -me rogó Marc.

- Después. Te lo prometo. Pero ahora necesitas la moto para el warm up.

- Santi, luego que descanse.

- Claro Marc. Yo la cuido. No se te olvide que es mi niña.

- Cierto -dice mi chico riéndose.

Acabamos de preparar las motos entre ruido de motores y de piezas cayéndose en el resto de garajes. Marc sale a probar la moto mientras observo en la pantalla como van los nuevos arreglos de la Honda.

- Cariño, ve a sentarte en la silla de Marc -me dice mi padre.

- ¿Y si viene?

- Ve a sentarte.

- Vale, vale. No me muerdas -bromeo mientras voy a la silla.

Sigo mirando la pantalla sentada. Parezco una inútil o así es como me siento ahora mismo.

Al acabar el warm up, me levanto de la silla para que se pueda sentar Marc, pero , no sé como, acabo sentada sobre él.

Nos explica como se ha sentido en la moto y me hace sentir muy bien escucharle decir que la moto está perfecta.

Marc se cambia y vamos a "ver" la carrera de Moto3 con su familia y mi padre. Y digo ver por decir algo, porque estuvimos más pendientes el uno del otro que de la carrera.

Solo me enteré de como quedó la carrera porque Emilio llegó y me pidió que lo acompañara ya que Fabio me quería en el podio. Marc se puso celoso, pero me despedí de él con un beso y me fui a ver el podio con Emilio.

Cuando Fabio baja del podio, me dice que me dedica la carrera y, por si eso fuera poco, me regala el trofeo.

- No puedo aceptarlo. Te lo has ganado. Consérvalo.

- Quiero que lo tengas tú. Si he subido al podio es porque sabía que me estabas mirando.

- Bueno, viendo, viendo... Marc me ha tenido entretenida -no podía mentirle.

- ¿Estáis juntos?

- Sí. Pero algo de la carrera he visto con Alex.

- Me alegro mucho preciosa. Más le vale a Marc cuidar de mi amiga.

- Me cuidará. Y si no lo hace, me escapo contigo a algún lugar tranquilo -bromeo.

- Chicos, va a empezar Moto2 y hay que animar a Alex -nos dice Emilio.

- Voy a ducharme y nos vemos en su box. Ahora, hazme el favor y quédate con el trofeo.

- Vale. Pero luego te lo devolveré.

- Ya veremos si pasa eso.

Emilio y yo llegamos al box y Marc ve como traigo conmigo el trofeo del segundo puesto y me mira extrañado.

- ¿Y eso?

- Nada. Que he quedado segunda en la carrera. ¿No me has visto correr? -bromeo con él haciendo pucheros.

- No. Lo siento princesa.

- Que no tonto. Que es de Fabio.

Fabio llega al box y, tras una conversación por el trofeo, vemos la carrera de Alex. Sufro mientras lo veo y, aunque Marc me intenta calmar, no lo consigue. Acaba la carrera y Alex baja de la moto al llegar al box. Voy corriendo hacia él y lo abrazo. Lo ha hecho muy bien.

- Lo has hecho muy bien. Aunque me has hecho sufrir y por eso te odio -finjo estar enfadada con él.

- Lo siento enana -dice antes de abrazarme y darme un beso.

- Vosotros, moveos que me toca correr a mí.

- ¿Así me vas a tratar cielo? -pregunto fingiendo estar dolida.

- No princesa -me besa-. Si quieres te llevo a caballito.

- No mi amor. Prefiero ir hablando con Alex y Fabio. No podemos distraerte. Tienes que estar concentrado.

- No puedo rebatir eso. Voy a prepararme. Te quiero princesa.

- Yo no -veo como se queda parado-. Yo te adoro.

- ¡Qué susto!

Ya están todos en la parrilla y la carrera comienza. Marc defiende la pole y consigue mantener el primer puesto. Finalmente, gana la carrera y yo casi salto de emoción.

Alex, Fabio y Emilio no sabían como reaccionar a mi emoción. Mi padre y mi suegro llegan para ir al podio y me voy con ellos corriendo. Quiero ver a Marc. A mi campeón.

Después de los besos, la dedicatoria y el podio, Marc y yo llegamos al motorhome.

- Ahora a estrenar la cama.

- ¿Qué? -digo sorprendida.

- Ayer dijimos que si ganaba, lo haríamos.

- Yo no recuerdo eso -dije lo más inocente que pude.

- Pues tendré que recordártelo -dijo con cara pícara.

Empezó a besarme y me dejé llevar. Marc dejó mi espalda sobre el colchón y su cuerpo cubrió el mío. Nuestros labios seguían unidos y solo se separaban para respirar.

Nuestras manos vagaban por el cuerpo del otro hasta que la ropa nos estorbaba y Marc se ocupó de ella. Primero se desnudó él, quedándose en bóxers, y después me desnudó a mí hasta dejarme en ropa interior.

- Vamos a juego -dijo al ver que nuestra ropa interior era del mismo color.

- No podía no cumplir con tu superstición.

Marc no dijo nada. Me volvió a besar y su cuerpo se coló entre mis piernas. Su dureza roza mi humedad y la tela que nos cubría, deja de hacerlo. Ahora, los dos desnudos, mirándonos a los ojos y con nuestras manos aferrándonos al otro, sentimos como nuestros cuerpos se funden en uno solo. Marc comienza con movimientos lentos. Mi cuerpo sigue adaptándose a su miembro y, cuando lo hace, el placer es más grande.

Sus manos estimulan otras partes de mi cuerpo mientras me susurra al oído cosas que, debido a mi estado, no logró entender por completo. Pero me da igual. Nuestros cuerpos se mueven lentos y placenteramente hasta que nuestras respiraciones agitadas cambian el ritmo de las embestidas y los dos acabamos con un orgasmo y el nombre del otro en los labios.

El jefe de papá (EJDP1)Where stories live. Discover now