𝙲 𝙰 𝙿 Í 𝚃 𝚄 𝙻 𝙾 𝙴 𝚂 𝙿 𝙴 𝙲 𝙸 𝙰 𝙻 (1/2)

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AÑO 1875

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𝑵𝒐 𝒑𝒓𝒂𝒄𝒕𝒊𝒒𝒖𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒉𝒐𝒎𝒐𝒔𝒆𝒙𝒖𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅, 𝒂𝒍 𝒕𝒆𝒏𝒆𝒓 𝒓𝒆𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒔𝒆𝒙𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒄𝒐𝒎𝒐 𝒔𝒊 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒂 𝒎𝒖𝒋𝒆𝒓. 𝑬𝒔 𝒖𝒏 𝒑𝒆𝒄𝒂𝒅𝒐 𝒅𝒆𝒕𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆.
𝑳𝒆𝒗í𝒕𝒊𝒄𝒐 18:22
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Aquellos tiempos en donde la gente caminaba ajetreada, donde los carruajes resonaban fuertemente contra el suelo. Las bellas damas, delgadas y con vestidos que enmarcaban perfectamente su cintura, los varones de porte elegante, con un sombrero y traje lizo. Sin lugar a dudas la clase alta era elegante, fina y hermosa.

Entonces, ¿Había algo más hermoso que la clase alta? ¡Exacto! La realeza. La reina era una hermosa mujer, con tez blanca, cabello pelirrojo, delgada, digna de ser llamada un ángel, el rey era un hombre alto, serio, de mano recta y estricto. Ambos regían al pueblo a su palabra, y su palabra era regida por la biblia, aquel libro grueso y antiguo que guiaba a las personas, las hacían reflexionar y arrepentirse.

Los herejes y los que desacataban la ley rígida de la bíblia eran castigados con la muerte, algo que para los ojos de la gente era totalmente normal y juzto por desobedecer las leyes escritas por Dios.

Y bueno, yo... Ya había aceptado la muerte.

Había aceptado la muerte en el minuto en el que conocí al hijo del rey y de la reina. Ese chico hermoso, con cabello rojizo y alborotado, sus bellos grandes ojos de color verde, su tez blanca que resaltaba sus labios y mejillas rosáceas. Aquel chico del que me había enamorado.

Algo que no tendría nada de malo... Si tan solo no fuera hombre...

-¡Stan! ¡Ven, ayúdame a cargar la leña en el carruaje!- Gritó mi padre, Randy Marsh.

Mi familia era de clase media, humilde sin llegar al extremo.

-Hijo, ven a la cocina un momento- llamó mi madre, Sharon Marsh - ya tengo su comida preparada para la tarde- dijo entregándome una caja de madera envuelta en una pequeña manta que al tacto se sentía caliente.

Todos mis días eran de esta forma, en las noches nos encargábamos de cortar y recoger leña, la leña la entregábamos en el centro de la ciudad, más específicamente para un panadero, luego mi padre se iba a su trabajo en un taller de madera en donde hacían muebles y demás, y yo me iba a mi trabajo que era descargar mercancía que llegaba de otros pueblos. Algo monótono y cansador, a excepción de una pequeña cosita...

Aquello era, que mi trabajo terminaba a la 13:00pm y volvía a empezar a las 15:00pm, de mi padre terminaba a las 15:00pm y volvía a las 16:00pm, era como un descanso que nos daban.

En ese tiempo de mi descanso, iba a un lugar apartado de la ciudad y lo suficientemente escondido para que alguien pudiese verme.

El tiempo marcaba la 13:00, entonces fui al lugar al que iba todos los días, donde a poca distancia pude visualizarlo sentado en el césped, oculto entre los árboles.

Lo vi mirando el cielo, tan hermoso como siempre, su traje y sus botas que le quedaban a la perfección. El solo verlo me ponía nervioso y hacia que mi corazón saltara de felicidad.

-Hey~- dije una vez estado cerca de él.

El levantó la mirada, vi como sus ojos brillaron al verme, se levantó y corrió hacia mí dándome un abrazo.

-¡Stan!- dijo emocionado.

-Hola- dije entre rizas mientras también lo abrazaba -¿Cómo haz estado, bebé?- pregunté una vez nos separamos, acariciando suavemente su mejilla que se encontraba sonrojada.

A lo que él hizo un pequeño puchero.

-No pude verte en tres días, ¿¡Tienes idea de cómo me siento!?-

-Oh vamos- tomé sus dos manos y las junté con las mías -El trabajo aumentó éstos últimos días ¿Podrías perdonarme?- pregunté dejando un beso en sus suaves manos.

-Hmm... Solo si tal vez...- acercó su rostro hacia mí -Me darías un beso...- susurró envolviendo sus brazos en mi cuello.

-Oh...- puse mis manos en su cintura y lo acerqué hacia mí -¿Solo eso o deseas algo más?- dije coqueto mientras lo miraba de cerca.

-Hay muchas cosas que deseo de ti...- dijo rozando nuestros labios para después juntarlos de manera salvaje.

-No sabes cuánto te extrañé- dijo suave mientras nos separábamos.

-Yo también te extrañé mucho, Kyle- dije tomando su rostro suavemente, dejando un beso en su frente.

Sentí como acariciaba mi mejilla, yo cerré los ojos y sonreí al sentir su suave tacto. Luego tomó mi mano y dijo:

-Ven, sentémonos en el césped, hay muchas cosas que quiero contarte- dijo mirándome sonriente, a lo que yo asentí y me deje guiar por él.

Así pasó el poco tiempo que teníamos. Y yo ya iba de vuelta al trabajo.

Pasaron así dos semanas, mi padre y yo salíamos temprano en la mañana, íbamos a nuestro trabajo, yo iba a encontrarme con él, regresaba a mi trabajo y volvíamos en la noche a casa.

Solo que... Este día se sentía extraño...

Tal vez si tan solo yo habría ido a ver si mi padre aún seguía trabajando como siempre lo hacía, pero no, al parecer el taller había sufrido una avería por lo que mi padre había ido a conseguir materiales al pueblo cercano, que era media hora de ida y media de vuelta.

Si tan solo habría escuchado el carruaje que venía de vuelta...

Si tan solo habría prestado atención a los pasos que se acercaban, de ser así el nunca nos habría descubierto...

Mi padre me sacó de ahí tirando fuertemente de mi brazo, el reino se había enterrado al instante y se llevaron a Kyle, bastaron solo minutos para que el pueblo se entere de todo.

"Un chico de clase media profanaba al pequeño príncipe."

Aquel día significaba el fin para muchas cosas...

Una vez en casa mi padre agarró de mi tirándome al suelo.

-¿¡Qué mierda hacías besando al príncipe!? ¿Qué es lo que pasa contigo? ¡Eres un jodido anormal!-

No dije nada, ni siquiera me atreví a mirarlo ¿Qué podría refutar hacia eso? Que más que quedarme callado y hacerle entender que lo que había visto era cierto.

Mi silencio solo lo enfureció más...

Vi como agarraba uno de esos látigos de cuero prensado que tenía guardado.

Cerré los ojos y sentí el látigo azotar fuertemente contra mí cuerpo, a cada estruendo sentía como mi cuerpo comenzaba a sangrar y arder, al final no pude retener las lágrimas y silenciar mis quejidos.

Caí al suelo y fue en ese momento en el que escuché gritar a mi madre y vi cómo trataba de parar a mi padre, hasta que el dolor se extendía y lo único que hice fue cerrar los ojos...
















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KynnSt47

𝘝𝘪𝘤𝘪𝘰 𝘐𝘯𝘦𝘹𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘵𝘦 | 𝘚𝘔+𝘒𝘉 𝘚𝘵𝘺𝘭𝘦 [𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘰] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora