CAPÍTULO 17

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Narrado por Aiden

Run boy run-Woodkid

Desde que hemos dejado a Cass frente a su casa, Lev no ha abierto la boca ni una sola vez. El aire está enrarecido y no solo porque yo todavía esté rememorando una y otra vez la cara de Katherine mientras le arrancaba gemidos o lo bien que se sentía tenerla entre mis brazos sino porque Lev está serio y abatido. Es muy posible que estos días me haya pasado con el pero mi naturaleza es fría e insensible la mayoría del tiempo, puedo intentar cambiarla, aunque no dura mucho la mayoría de veces.

—¿Les has dicho a los nuevos que hoy es su rito de iniciación?

—No, es mejor cuando no se lo esperan. -Responde de vuelta.

El rito de iniciación de un escorpión es una cacería, pero no una cualquiera. No vamos a matar ciervos o jabalíes, nosotros matamos personas. Somos sicarios y sabemos que estamos en contacto con la muerte constantemente. No te puede fallar el pulso, no te puedes debilitar mentalmente, no puedes dejarte llevar por la presión. En el fondo somos cazadores que acechamos a nuestras presas.

>>—El resto de la banda los ha llevado al bosque, piensan que van a hacer una prueba para mejorar sus habilidades en la noche.

—Técnicamente no es una mentira del todo. -Mis labios se curvan en una pequeña sonrisa lobuna. —Ahora sino te importa, ¿Qué te ronda tanto por la cabeza? Necesito a mi mano derecha con sus sentidos bien despiertos.

—Los tengo despiertos, no te preocupes.

—Tal vez si sería conveniente que pidas otro encargo, permanecer aquí en Seattle puede estar afectándote.

—Da igual que esté en Seattle o en Moscú, Alina va a seguir muerta igualmente.

La sede principal de los escorpiones se encuentra en Moscú pero realmente estamos repartidos, allá donde alguien ofrezca un precio generoso a Nikolai, habrá un escorpión encargado de apretar el gatillo. No estamos mucho tiempo en ningún sitio así que la mayoría residen en la sede principal, otros se permiten el lujo de comprarse una casa bonita para tenerla vacía la mayoría del año. Los escorpiones no tienen familia, son en su mayoría chicos huérfanos que están cansados de robar en las calles para conseguir algo que llevarse a la boca, no se casan, no tienen hijos. Es sensato no hacerlo, nuestro trabajo no siempre sale bien, a veces eres tu quien acaba con una bala. Los que si tienen familia, acaban quedando en los puestos más bajos, pues no quieren asumir riesgos.

—Ojalá las cosas hubiesen sido distintas. -Confieso. —Sabes que era como una hermana para mi igual que tu pero tanto tu como yo sabemos que ella lleva tiempo sin estar entre nosotros.

—Un año, Aiden. Un jodido año. -Escucho como su voz se vuelve grave, estrangulada por las ganas de llorar.

Conozco a Lev desde hace muchos años y sé que no va a mostrar debilidad, no cuando estoy delante. Nunca se permitiría mostrarse así ante su líder, aunque lo comprendería, perder un familiar y más el único que tienes, es un dolor demasiado intenso.

—La vengaremos, tranquilo.

Suelto una de mis manos del volante y le agarro el hombro, dándole un apretón. Noto la nuez de su garganta moverse repetidamente mientras se traga sus sentimientos y sus ganas de romperse.

—Quiero matar a ese hijo de puta de O'Kelly. -Cierra un puño sobre su pierna hasta que los nudillos se le tornan blancos. -La ha usado para sus mierdas, estoy seguro.

—Cuando Nikolai consiga lo que quiere, lo mataremos. Te lo prometo. Rodrigo solo ha sido una gota de toda la sangre que planeo derramar.

Asiente con la cabeza y mira por la ventana.

El Juego de la ArañaWhere stories live. Discover now