27

848 119 440
                                    

—¡Oye! —se "quejó" Anne entre risas al ver cómo Gilbert se acababa toda la bebida.

Hizo una mueca de asco instantáneamente y todo comenzó a dar vueltas, pero trató de que no se notara. Se volteó hacia Finn y vio el pánico en su interior, provocando que su cuerpo se llenara de furia. Pero todavía tenía cordura.

—Vámonos —rogó con gran necesidad y Anne terminó por aceptar. Antes de que pudiera hacer mucho más, Gilbert ya la arrastraba fuera de la casa.

Caminaba a paso apurado, mirando hacia atrás constantemente y llevando a Anne abrazada por los hombros.

—Gil, ¿qué sucede? —preguntó entonces, comenzando a notar que él empezaba a marearse y bajar la velocidad de sus pasos. Ella frenó y él se vio obligado a hacer lo mismo— Algo anda mal, ¿no es así? —frunció el ceño, llevando las manos a sus mejillas.

Él sacudió la cabeza a modo de respuesta, lo cierto era que había comenzado a sudar y respirar agitadamente.

—Vamos, quedan unos metros —a lo lejos ya podía ver el gran árbol perfectamente cuidado que siempre había estado en el instituto. Eso lo animaba, ya dentro podría dejar de esforzarse.

—Estás ardiendo —la voz de Anne tembló al posar la mano en su frente.

Ese toque lo hizo perder, se desconcertó, olvidó los esfuerzos y cayó tras los gritos de Anne que rogaban por auxilio.

Apenas podía oír algunas frases aleatorias, entre ellas un "No lo sé, veníamos caminando, comenzó a marearse y subió su temperatura", "Necesito acompañarlo. Soy su novia" y "Gil, por favor, abre los ojos. ¿Me escuchas?"

Para Anne esos momentos de trayecto al hospital fueron realmente largos. Más aún cuando llegó a urgencias y los médicos de guardia se miraron entre ellos mientras lo revisaban.

—No —dijo un hombre rubio, frenando a una enfermera bajita que había tomado una inyección con algún líquido transparente. Nadie ahí lo comprendió entonces—. No podemos agregarle más sustancias.

—¿Más? —preguntó Anne, parándose de la silla en la que se había ubicado desde que llegó. Estaban en una habitación independiente en la sala de emergencias.

Una chica joven de cabello negro que debía estar en su segundo año de residencia miró al doctor, y entre el resto de las personas pareció ser la única que lo entendió. Se acercó a Anne y habló con una dulce voz— Cariño, es importante que me respondas a esto con total honestidad: ¿Qué bebió Gilbert antes de que se desmayara?

—Na-nada —Anne sacudió la cabeza, como si así sus ideas fueran a acomodarse. De pronto sintió la necesidad de abrazarse a sí misma, el frío empezaba a aparecer en su cuerpo—. Bueno, se supone que comenzaría a beber cerveza, pero un amigo nos trajo algo más. En realidad, a mí. No sé exactamente qué era porque no pude probar —la voz se le fue por un momento, tomándose de todas sus fuerzas para seguir hablando—. Pero Gilbert... él me lo arrebató y se lo bebió todo. Después de eso quiso irse de la fiesta en la que estábamos y para entonces no ingirió nada más —concluyó, moviendo un pie con inquietud.

Todos los doctores presentes se miraron y el que estaba a cargo suspiró con pesadez, bajando la mirada, como si se rindiera.

—Llévenlo con el resto, que un residente se quede a esperar que despierte...

—Pero, doctor...

—Que un residente se quede a esperar que despierte —repitió en tono severo—. Y ni bien lo haga que me llame. Mientras tanto, ordenen análisis de todo tipo —se giró hacia un grupo de "doctores" jóvenes, algunos que llevaban una mirada de pánico como si fueran nuevos y otros que estaban maravillados con lo que apreciaban. Entonces, la voz del hombre habló como si estuviera presentando un tema nuevo en una clases—. Podríamos estar en un caso de intoxicación por la poción de amor más poderosa de todas.

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang