25

948 116 202
                                    

Antes de dormir, Winnie arrastró a Gilbert fuera del pasillo donde estaba su cuarto, arriesgándose a tener una sanción por su intromisión, pero lo que debía decirle era más importante.

—Auch, ¿qué sucede? —susurró el chico entre quejas, corriendo el brazo para que Winifred lo soltara y mirando a todas partes en la espera de que nadie estuviera cerca.

—Mantente alerta con Finn —murmuró cerca de su oído con sumo cuidado—. Algo está tramando.

—¿Eh?

Winifred rodó los ojos, ¿qué tan difícil era de entender?

—No creo que su invitación a la fiesta sea por cortesía, así que, por tu bien, duerme con un ojo abierto. Y trata de mantenerte vivo, pero sin ser tan estúpido.

Gilbert parpadeó un par de veces para caer en la cuenta de las primeras palabras que había lanzado la rubia, aunque más atención le prestó a la última oración.

—¿Por qué siempre debes ser tan dura conmigo? —frunció el ceño y se cruzó de brazos, ganándose una pequeña risa por parte de Winifred.

—Ay, mi amor, llevas puesta una camiseta que dice "Le pertenezco a Moody Spurgeon", eso debería responder a tu pregunta.

Dicho eso, Winifred se acercó un poco más a Gilbert y dejó un dulce beso en su mejilla—. Que sueñes con las zanahorias —le guiñó un ojo y se alejó sin decir mucho más.

Gilbert se exprimió el cerebro hasta que cayó en la cuenta de eso, y fue gracias a cierto mensaje.

Susana Oria

Buenas noches, lindo

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Aquella noche podría dormir en paz solo gracias a ese mensaje de la pelirroja a la que había agendado con otro nombre.

Y Anne haría lo mismo. Pero... ¿qué pensarían sus amigas si vieran que un tal Berto Albañil le decía "Que descanses, hermosa"?

~Pará un poco, Berto, yo solamente quería que me levantes la tapia~

———

—¿Sí irás mañana? —susurró Anne dulcemente, jugando con uno de los rizos de Gilbert. Estaban en el laboratorio, como de costumbre, el único lugar donde demostraban lo que sentían.

El pelinegro se acomodó en su silla, viéndose en la obligación de abrir los ojos y apoyarse en una de sus manos para mirar mejor a la pelirroja.

—Mm-hmm —respondió somnoliento, inclinándose otra vez en la mesa de trabajo para seguir "descansando" en lo que recibía el toque de Anne.

—Estaba pensando en que podríamos ir juntos —mencionó ella en un tono de vergüenza, haciendo que Gilbert se incorporara de golpe.

—¿Ir juntos? ¿A la fiesta de Finn? Como... ¿Amigos? ¿Enemigos? ¿Algo más? ¿Por qué lo propones?

—Si no quieres está bien... es solo que... no lo sé. Estos últimos días todo ha sido tan... diferente —razonó mirando al piso, meditando en los sucesos de aquellos momentos.

Al principio, la "relación" de ellos parecía ser una pasión que no iba más allá del deseo. Tras tanto tiempo juntos, los besos y las caricias eran continuas y no parecía ir más allá. O por lo menos no se notaba un acercamiento que parecía similar al de un noviazgo. Ambos sabían que no querían eso. Pero algo había cambiado.

Cuando se veían, Anne ya no quería solo devorar los labios de Gilbert. También deseaba sentarse a su lado y escucharlo hablar, reír de sus chistes para nada graciosos y burlarse de sus errores. Al pensar en él, se imaginaba en citas y buscaba recuerdos que guardar en su mente.

AMORTENTIA; Shirbert [✓]Where stories live. Discover now