CAPÍTULO 17: "Después De la Tormenta"

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Los empleados de UzuNara aún no salían de su asombro. Observaron cómo los oficiales llevaban a Shikadai Nara, quien había permanecido prófugo desde hace algunos años.

Él no se mostraba sorprendido ni ofuscado.

Ino grabó en su mente ese pequeño esbozo de sonrisa en el rostro del Nara.

Se aferró a las pruebas que dejó antes de que todo se derrumbara y los siguió.
Un oficial la detuvo. Ino deseaba volver a verlo, preguntarle muchas cosas, pero no era posible.

—Estará en la comisaría del centro. Aún tiene que declarar ante el fiscal que lleva adelante su caso y ver cómo resolverán su situación—explicó el policía.

Ino se mostraba nerviosa.

—¿Lo trasladarán a un penal? —inquirió angustiada.

—Dependerá sólo de su culpabilidad o inocencia.

Ino cerró sus ojos y rezaba porque su situación se resolviera antes de lo previsto.

—Todo saldrá bien... —trataba de convencerse.

                      [...]

Shikadai estaba en una celda bastante extraña.
Una habitación con dimensiones semejantes tanto de ancho como de largo.

Había dos pares de camas superpuestas y, en el extremo derecho, apenas cubierto con una precaria manta, un inodoro.

Shikadai se encontraba en la cama de abajo a la izquierda.
Tenía ambas manos en su nuca y sus ojos semiabiertos.

Los compañeros de celda murmuraban y reían entre sí.
El Nara los miraba de soslayo. Trataba de mantenerse sereno para evitar cualquier conflicto.

—Cuando dijeron que vendría carne fresca, no creí que fuera de primera—exclamó uno de ellos.

El tipo, de contextura grande,altura que sobrepasaba cualquier puerta y un peso considerablemente desmesurado, se acercaba con claras intenciones de provocar al moreno.

Shikadai no se inmutaba. Su mente aún permanecía en su plan maestro.

—Niño, la estadía de los novatos depende de cuán caro pagan su hospedaje—el tipo se agachó y se apoyó justo al lado de la cabeza del Nara.

El hedor que desprendía el aliento del reo, era nauseabundo.
No soportaba que respirara a escasos metros suyo y que no tuviera reparos en mostrar sus dobles intenciones.

—Creo que está un poco desmotivado... —oyó decir a uno de los que se habían quedado atrás.

Shikadai chasqueó la lengua y cerró sus ojos.

En su mente aún permanecía la expresión de asombro en Kawaki.
El moreno era experto en reconocer cada gesto de las personas. Lograba captar rápidamente cuando alguien le mentía y eso incluía a Kawaki.

Él percibió la sorpresa al conocer los datos oficiales.
Eso lo tenía muy motivado y con sed de curiosidad.

—Creo que tendré que ser un poco rudo. Al ver que no colaboras,esto será... —espetaba el hombre.

—Fastidioso y completamente aburrido—respondió Shikadai.

Abrió uno de sus ojos y observó el rostro inquieto de su molesto compañero.

—Ya veremos si será molesto cuando la tengas adent... —inmediatamente, las manos del tipo se dirigieron a la parte inferior del cuerpo del Nara, buscando arrebatarle su ropa.

Prófugos~ShikaSara (FINALIZADO) Where stories live. Discover now