CAPÍTULO 3: "Ruido Blanco"

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Shikadai siempre tuvo una duda que daba mil vueltas en su cabeza: ¿Qué era el ruido blanco?

Nunca lo supo exactamente. Le costaba trabajo comprenderlo.
Las definiciones de diccionario nunca eran satisfactorias. Siempre quería más…

Hasta que hubo una vez que lo experimentó.
Ese día, el de su muerte moral y ética.

Se encontraba desesperado y acorralado. La policía lo buscaba y no tuvo mejor idea que encerrarse dentro de un contenedor.
El calor lo sofocaba. La respiración era tan densa y agotadora, que no notó el momento en que lo sacaron de allí.

En ese pequeño lapso, antes de perder la conciencia, conoció el ruido blanco. Un sonido ensordecedor que tomaba gran territorio y los latidos de su corazón como música de fondo. Su cuerpo hormigueaba y sus oídos zumbaban.

Ese maldito ruido blanco traía mal augurio. Y así fue.

Cuando despertó, su silueta estaba allí, anotando algo en una planilla.

Su garganta estaba seca y la sed lo mataba.

—¿Do… dónde estoy? —masculló.

Él se acercó y lo apuntó con una linterna en sus ojos, levantándole los párpados sin permiso.

—Me alegra que estés bien, Shikadai—sonrió.

Había olvidado su rostro completamente. Su cabello había crecido considerablemente y lo llevaba atado con un rodete.
Era extraño verlo sonreír, ya que de niño siempre fue muy serio y causaba miedo.

—Shinki… —trató de sentarse y aclaró mi voz— ¡Cuánto tiempo sin verte!

Su primo enarcó las cejas y suspiró:

—Pues la última vez que había visto a un pariente cercano, fue hace como 6 años, antes de que me inscribiera en la universidad.

¡Ni siquiera se le había cruzado por la mente!
Solían hablar por WhatsApp en ciertas ocasiones, como cumpleaños o fiestas, pero no como cuando eran pequeños.

Sus ojos mostraban el cansancio que venía arrastrando. Sus manos eran tibias, como su aura.

—¿Qué fue lo que pasó? Me extrañó tu llamado, pero jamás dejaría a mi familia en problemas.

Suspiró. Necesitaba hablar urgente con su padre.

—Necesito llamar a mi papá. Cuando logre comunicarme con él, te contaré lo que realmente sucedió.

                        [...]

No había caso. Durante muchas horas, incluso días, había tratado de contactar a sus padres.
Como último recurso, intentó llamar a su socio.

No hubo resultado.

Entonces, allí comprendió lo sucedido.

Shinki había encendido el televisor.

—Tragedia en la empresa UzuNara.
El avión que trasladaba a los presidentes de dicha empresa, desapareció del radar que los ubicaba.
Resulta misterioso que un avión tan sofisticado como el suyo no deje ni un rastro de un aterrizaje de emergencia por alguna falla.
La policía naval busca intensamente alguna pista que pudiera dar con algunos de ellos.

En ese momento, había aparecido ese fastidioso ruido blanco. Se burlaba de él, jugaba con sus malditos sentimientos.

Los latidos de su corazón eran lentos y golpeaban su pecho con furia.

Prófugos~ShikaSara (FINALIZADO) Where stories live. Discover now