CAPÍTULO 1: "El Inicio"

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Hubo un tiempo en el que las familias gozaban de plena tranquilidad y felicidad. Tal era el caso de las familias Nara y Uzumaki.

Los primeros estaban compuestos por Shikamaru Nara, su esposa Temari y su único hijo Shikadai. Un matrimonio firme y leal, siempre acompañando la formación de su primogénito.

—Shikadai, con la edad que tienes, podrías pensar en formar una familia. Es muy triste llegar a la vejez en soledad—sugirió su madre.

Ella soñaba con ver a su hijo enamorado y que le otorgara la dicha de convertirse en abuela.

—Con tenerlos a ustedes me basta y sobra. No necesito una esposa que me esté fastidiando con sus reclamos, ni un niño que corra por ahí y me haga moverme de mi sitio—respondió y dio su primer bocado. La carne asada era su preferida.

Shikadai se divertía molestando a Temari. Sabía que ella comenzaba a enfadarse cuando él imitaba a su padre.

—Suenas igual a tu padre cuando lo conocí —masculló y miró de soslayo a su marido, quien no paraba de reírse ante la escena.

Había pocos momentos en los que podían pasar juntos. Eso sucedía durante el almuerzo o cena. El resto del día, Shikadai se dedicaba a estudiar para ser contador y en otros momentos, trabajaba junto a Shikamaru en UzuNara.

Esta empresa, nacida gracias a la sociedad de ambas familias, se dedicaba al chequeo de productos provenientes de países extranjeros.
Sus presidentes fueron pasando de generación en generación, siendo Shikadai un potencial heredero de dicha empresa.

—Es hora de irnos—exclamó el padre de familia, secando sus labios con una servilleta que le había acercado Temari.

Shikadai ayudó a su mamá a limpiar la mesa y se dirigió rápidamente a su habitación para cambiarse.

—Con 26 años, él sólo piensa en salir adelante para trabajar y ser exitoso—musitó Temari, pensando orgullosamente en su hijo.

—No te estreses, amor—Shikamaru la abrazó por detrás y besó su mejilla—. Estoy seguro que encontrará una mujer ideal. No lo atosigues.

—Eso espero…

[...]

La familia Uzumaki eran extrañamente diferentes a los Nara.

Naruto Uzumaki, el padre de familia, pasaba tanto tiempo fuera de su hogar que, prácticamente, no veía a su esposa Hinata ni a su hija menor Himawari.

Aquellos momentos en que los tres estaban reunidos, se preguntaban si era posible que su hijo mayor estuviera dispuesto a compartir un almuerzo a su lado. Sin embargo, esto resultaba muy difícil porque la relación entre el Uzumaki menor y su padre era tensa debido a su labor.

—¿Acaso no te pones en lugar de mi mamá o de mi hermana? Ellas te extrañan. Todo no es trabajar, papá—le reclamaba Boruto tantas veces, que Naruto se lo había aprendido de memoria.

—Quiero que tengan lo mejor y nunca les falte nada—se justificaba el rubio mayor—. No te das una idea de lo horrible que es sentir hambre o frío durante el invierno.

—Pero les das todo lo material… ¿Y lo afectivo?

Ese mediodía, Boruto estaba junto a su familia.
Después del almuerzo, el Uzumaki menor no podía guardarse lo que pensaba. Tenía la esperanza de que Naruto entrara en razón.

—Lo siento, Boruto—exclamó. Se levantó de la mesa en silencio, mientras su hijo seguía recriminándole sus actos.

—¡Eres un egoísta, papá! —golpeó la mesa y exclamó: — Volveré a mi casa. Mamá, Hima, estaré allí cuando quieran verme.

Prófugos~ShikaSara (FINALIZADO) Where stories live. Discover now