Sentimientos ocultos (Harry Potter y tu) (Dramione)

La traición

Hola mis lectores.... Primero que nada quería agradecer a todos los que leen la historia pues ya son mil visualizaciones y eso de verdad me emosiona muchísimo jamás pensé que iba a llegar a tanto muchas gracias espero que la historia les haya gustado y les siga gustando pues estoy escribiendo la segunda parte y espero que la disfruten pues tendrá muchas sorpresas.

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Los mortífagos se detuvieron. Harry los oyó desplegarse frente a las puertas del colegio, que estaban abiertas, y percibió un resplandor rojizo que imaginó era luz que salía del vestíbulo. Esperó. En cualquier momento, aquellos por los que él había intentado morir lo verían, aparentemente muerto, en brazos de Hagrid.

Harry abrio un poco los ojos, sólo un segundo, y observó cómo la entrada del castillo se llenaba de gente: los supervivientes de la batalla salían a los escalones de piedra para enfrentarse a sus vencedores y comprobar con sus propios ojos que Harry había muerto. Voldemort estaba de pie, un poco más adelante, acariciándole la cabeza a Nagini con un solo y blanco dedo. Cerró los ojos.

—¡Nooo!

—¡Nooo!

—¡Harry! ¡¡Harry!!

Escuchar las voces de Ron, Hermione y Ginny fue terrible de soportar. Tuvo el impulso de contestarles, aunque se contuvo, pero sus exclamaciones fueron como un detonante, pues la multitud de supervivientes hizo suya su causa y se lanzaron a gritar y chillar insultos a los mortífagos, hasta que…

—¡¡Silencio!! —bramó Voldemort. Hubo un estallido y un destello de brillante luz, y todos obedecieron a la fuerza—. ¡Todo ha terminado! ¡Ponlo en el suelo, Hagrid, a mis pies, que es donde le corresponde estar! —El guardabosques lo depositó sobre la hierba—. ¿Lo ven? —se jactó Voldemort, paseándose alrededor del yacente muchacho. Harry sintió el cuerpo de su hermana a lado.—. ¡Harry Potter ha muerto!

Los mortífagos lanzaron ruedas entre sí.

—Ahora únanse a mi…

—Draco… Draco ven aquí —dijo Lucios Malfoy con voz ronca mirando a su hijo que se encontraba entre las personas que se habían acumulado en la entrada del castillo junto a T/N.

Draco no miró sus padres estaba con la cabeza agachada totalmente desconcertado, tomando con fuerza a T/N quién sabía si la soltaba iba a correr a enfrentar a Voldemort, escucho a su padre llamarlo, pero una ráfaga de ira recorrió su cuerpo en ese instante su madre dijo:

—Draco… ven…

El alzó la mirada por primera vez y vio a sus padres luego miro a T/N y suspiro para avanzar lentamente tomado de su mano.

Todos los miraron mientras andaban incluida Hermione, que sintió como su corazón se rompía al verlo alejarse y para su sorpresa pudo ver a Tom siguiendo el mismo camino.
Cuando los tres estuvieron frente a Voldemort este sonrió maliciosamente. T/N lo miraba con profundo odio, pero sin moverse.

—Muy bien pequeña T/N es momento de que muestres a todos lo que mi nueva arma es capaz de hacer —Se acercó amenazante hasta ella —hazlo! —grito.
En ese momento T/N soltó la mano de Draco y lo miró fijamente mientras él caía al piso tomando su cuello por la falta de aire.

—NO! —grito Hermione tratando de correr hasta el, pero siendo sujetada por Ron

Voldemort soltó una gran risa aterradora que retumbó por todo el lugar acercándose aún más.

Después todo paso muy rápido Tom se acercó a la serpiente y clavo un colmillo de basilisco destruyéndola mientras que Harry caía de los brazos de Hagrid sorprendiendo a todos.
Voldemort que había caído al suelo por el dolor de la destrucción del último horrocrux no tuvo tiempo de reaccionar haciendo que Tom corriera hasta T/N y Draco y desaparecieran.



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Apenas tocaron piso Draco empezó a tocar y respirar pesadamente tratando de recuperar el aliento.

—Pu-pudiste… ser menos convincente… —dijo Draco con dificultad

—Lo-lo si-siento… Draco no sé qué me pasó… —T/N estaba de pie frente a él con las manos temblorosas intentando calmarse hasta que un humo negro empezó a salir por sus manos.

—Hey T/N… cálmate… mírame… —dijo Tom tomándola de los brazos. —mírame a los ojos… concéntrate en mi —la tomo del rostro y empezó a acariciar la lentamente hasta que le humo negro desapareció y la respiración de T/N se calmó. Cuando esto paso el, la abrazo, mientras ella soltaba sus lágrimas reprimidas.

Tras varios minutos T/N se separó de él y fue hasta Draco, quién ya estaba recuperado.

—Estas bien… lo que pasó… esto —dijo el rubio tomando y mirando las manos de T/N —fue por….

—No es momento… no ahora… debemos volver

Draco la miró con dolor, pero ella tenía razón, debían volver allá todavía estaban en una batalla y en ella está Hermione y él debía protegerla.

—Tom… —dijo T/N mirándolo

—Hice lo que tenía que hacer… el no te iba a dejar tranquila T/N y si descubría más sobre tu poder… —se acercó hasta ella lentamente hasta tomar su rostro. —Te amo… y no permitiré que nada te pase —suspiro soltándola —siempre te cuidare… pero debo irme debo… escapar si me encuentran

—No dejare que te lleven a Azkaban… acabas de salvarnos a todos —ahora es T/N la que se acerca a él… —te prometo que no te llevarán.

Pasaron varios segundos mirándose hasta que Draco la llamo para que se fueran, se separaron y T/N fue hasta él se tomaron de la mano y ambos desaparecieron.

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Cuando llegaron vieron a Bellatrix quien luchaba con tres oponentes a la vez: Hermione, Ginny y Luna. Las chicas peleaban a fondo, dando lo mejor de sí, pero Bellatrix igualaba sus fuerzas. T/N corrió hasta ellas y se unió a la batalla.  Harry vio cómo una maldición asesina pasaba rozando a T/N, que se salvó de la muerte por los pelos… El muchacho decidió atacar a Bellatrix en lugar de a Voldemort que estaba a unos 50 metros peleando con varios profesores, pero sólo había dado unos pasos en esa dirección cuando lo apartaron de un empujón.

—¡¡Aléjate de mi hija!!

Sirius corrió hacia Bellatrix. La mortífaga se dio la vuelta y soltó susurro de asombro al ver quién la amenazaba.

—Quieres un segundo round. —dijo Sirius con una gran sonrisa, mientras apartaba a las cuatro chicas.

Aterrado y eufórico, Harry vio cómo Sirius agitaba incansablemente la varita y la sonrisa burlona de Bellatrix se convertía en una mueca de rabia. De las dos varitas salían chorros de luz.

—Cuando acabe contigo matare a la sangre sucia de tu hija —Bellatrix soltó una carcajada y, antes de que ocurriera, supo lo que iba a suceder: la maldición de Sirius pasó por debajo del brazo extendido de Bellatrix y le dio de lleno en el pecho, justo encima del corazón.
La sonrisa de regodeo de Bellatrix se quedó estática y dio la impresión de que los ojos se le salían de las órbitas. Por un instante, la bruja fue consciente de lo que había pasado, pero entonces se derrumbó y la multitud se puso a bramar. Voldemort soltó un horrible chillido.