Mansión Malfoy

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Las vacaciones de navidad llegaron y Draco una vez en su mansión busco a T/N, cuando la encontró en el calabozo, su impotencia y frustración se hicieron latentes al haberla dejado sola, se sentía culpable intento convencerla de que fuera a su habitación, pero ella se negó, aunque entre ambos empezaron a planear una manera de volver a escapar.

Draco estaba con T/N en el calabozo mientras ella comía cuando Colagusano le informo que debía subir, en cuanto el entro T/N lo miro con odio, asi que Draco salió del lugar de inmediato llevándose con el a colagusano, cerrando el calabozo, pero dejándola libre de las cadenas.

Cuando llego a la sala su corazón se acelero y su miedo alcanzo limites inimaginables. Siendo retenida por uno de los carroñeros estaba Hermione SU Hermione, se acerco lentamente tratando de calmarse y cerrar su mente.

—. Ven aquí, Draco. —ordeno Narcisa sin emoción alguna.

Aunque no se atrevió a mirar a Draco directamente, Harry vio de refilón cómo una figura un poco más alta que él se le aproximaba; reconoció su rostro, pálido y anguloso, aunque era tan sólo un manchón enmarcado por un cabello rubio claro.

Greyback obligó a los prisioneros a darse otra vez la vuelta para colocar a Harry justo debajo de la araña de luces.

—¿Y bien? ¿Qué me dices, chico? —preguntó el hombre lobo.

Harry se hallaba enfrente de la chimenea, sobre la que habían colgado un lujoso espejo de marco adornado con intrincadas volutas; de esa forma, a través de las ranuras que formaban sus párpados, vio su propio reflejo por primera vez desde que saliera de Grimmauld Place.

Tenía la cara enorme, brillante y rosada; el embrujo de Hermione le había deformado todas las facciones; el pelo negro le llegaba por los hombros, y una barba rala le cubría el mentón. De no haber sabido que era él mismo quien se contemplaba, se habría preguntado quién se había puesto sus gafas. Decidió no decir nada, porque sin duda su voz lo delataría, y siguió evitando mirar a Draco a los ojos.

—¿Y bien, Draco? —preguntó Lucius Malfoy con avidez—. ¿Lo es? ¿Es Harry Potter?

—No sé… No estoy seguro —respondió Draco. Mantenía la distancia con Greyback, y parecía darle tanto miedo mirar a Harry como a éste se lo daba mirarlo a él.

—¡Pues fíjate bien! ¡Acércate más! —Harry nunca había visto tan ansioso a Lucius Malfoy—. Escucha, Draco, si se lo entregamos al Señor Tenebroso nos perdonará todo lo…

—Bueno, espero que no olvidemos quién lo ha capturado, ¿verdad, señor Malfoy? —terció el hombre lobo, amenazador.

—¡Te atreves hablarme así en mi propia casa! —replicó Lucius con impaciencia. Narcida se acercó a su marido para calmarlo. Y Draco se acercó a Harry.

—No seas tímido cariño. Ahora sí no es quien creemos Draco y lo llamamos nos matara a todos… debemos estar seguros.

—¿Qué le pasó en la cara? —pregunto Draco con nerviosismo

—¿Si que le pasó en la cara? —le preguntó Bellatrix a Greyback

—No hemos sido nosotros. Así lo encontramos, suponemos que algo le pasó en el bosque.

—o le hicieron un embrujo punzante —especuló Bellatrix, y a continuación examinó con sus grises ojos la frente de Harry—Fuiste tu linda. —susurró mirando a Hermione y acercándose a ella.

Harry vio la cara de Draco, en ese momento abrió muchos los ojos y sus puñis se cerraron en enojo, su expresión era de reticencia, casi de temor.

Y el chico, se retiró hacia la chimenea, desde donde su madre contemplaba la escena, sin dejar de mirar a Harry como si quisiera decirle algo.

—Dame su varita veamos cual fue su último hechizo — dijo Bellatrix luego río al ver la expresión de Hermione— ah. Te descubrí…

Luego Bellatrix se paró en seco mirando hacia uno de los carroñeros que tenía algo en sus manos.

—¿Qué es esto? —le oyó decir el muchacho.

—Una espada —contestó un Carroñero.

—¡Dámela!

—Esta espada estaba en su bolsa — dijo el carroñero señalando a Hermione —pero ahora es mía.

Se produjeron un estallido y un destello de luz roja, y Harry dedujo que el Carroñero había recibido un hechizo aturdidor. Sus compañeros se pusieron furiosos y Scabior sacó su varita mágica.

—¿A qué se cree que está jugando, señora?

—¡Desmaius! —gritó Bellatrix—. ¡Desmaius!

Los Carroñeros no podían competir con ella pese a su ventaja numérica: cuatro contra una. Harry sabía que Bellatrix era una bruja sin escrúpulos y de prodigiosa habilidad. De modo que todos los hombres cayeron al suelo. En ese momento Draco aprovecho la distracción y fue por T/N.

—Están aquí —Dijo Draco una vez llego a lado de T/N

—Quien?

—Harry, y Hermione… debemos irnos debemos ayudarlos.

T/N se levantó rápidamente y Draco le lanzo su varita, cuando estaban por irse Colagusano apareció con varita en alto.

—Sabia que no eran de fiar… —apunto a Draco —eres un traidor a la sangre.

—Aquí el único traidor eres Tú!
T/N se abalanzo hasta colagusano mirándolo fijamente.

—Traicionaste a mi padre, por tu culpa o llevaron a Azkaban, por tu culpa crecí sin un padre, Maldita rata cobarde…

Con cada palabra colagusano iba perdiendo más su respiración y cayendo lentamente al suelo.

—T/N Basta! ¡Lo vas a matar! —Draco intento acercarse para evitar que T/N siga viendo a colagusano pero con un movimiento de varita el rubio salió volando cayendo a unos cuantos metros.

—Claro que lo matare… porque tu debiste morir no mi Padre…!

Al cabo de unos minutos una nube negra cubrió por completo el lugar y luego esta desapareció entrando en T/N. Draco corrió hasta ella tomándola entre los brazos, ya que estaba por caer, T/N se había debilitado, se quedaron unos minutos sentados hasta que un grito estremecedor llamo la atención de Draco.

—Hermione! —grito Draco desesperado.

—Ve por ellos —dijo T/N levantándose de a poco —me recuperaré.

Sentimientos ocultos (Harry Potter y tu) (Dramione) Where stories live. Discover now