✝Through The Dark #2T✝ |L.P & Tú|

Cap 4: 'Tienes que confiar en mí'

- Sí.

Algo nos sorprendió a los dos. Pensé que mi voy iba a temblar, pero no lo hizo y eso causó confusión entre el chico que estaba enfrente de mí y yo.

- Si eso es lo que quieres… -de nuevo volvió a mostrarme su sonrisa y mi cuerpo tembló una vez más –Dame la mano –extendió la suya y fruncí el ceño.

No quería tocarle. No quería sentir su tacto en mi mano para cerciorarme de que él era real, me negaba a pensar que lo fuese. Él se encoge de hombros y ríe.

- Si no lo haces no podré llevarte a dónde quieres, pequeña –su sonrisa desaparece y me mira a los ojos fijamente.

Ambas miradas conectan y siento morir. Quiero dejar de mirarlo pero me resulta imposible. Hago un esfuerzo y rompo la conexión visual para mirar su mano. Es grande y parece fuerte, él la agita para que lleve mi mano, totalmente contraria, a la suya.

- ¿Porqué quieres hacer esto? –pregunto sin mirarle a la cara y siento como él se encoge de hombros.

- Buscas respuestas, yo te las daré. No prometo que te vayan a gustar, pero si quieres descubrirte debes confiar en mí y darme la mano –su voz sonó de un tono que nunca antes había oído y eso me asusta.

Pero algo en mí se remueve y siento la necesidad de agarrar su mano. Suena loco, al escuchar su voz la última vez capto lo que necesito en este momento: valentía, confianza.

 

No hablé, sólo le di la mano cerrando fuertemente los ojos. Noto como su agarre se hace más fuerte en mi mano y una descarga eléctrica atraviesa mi cuerpo.

Quiero soltarle y salir corriendo, pero sé que si lo hago esta oportunidad irá directa a la basura.

Sentí un agudo pitido en mis oídos que hizo que apretase más aún mis ojos, pero no solté a Liam en ningún momento. De pronto dejo de sentir la humedad cálida que me proporcionaba la estación. Ahora sólo siento frío y las gotas de lluvia mojan mi piel dejándome helada.

-Abre los ojos –ordenó.

Sólo le hago caso y visualizo un grupo de chicos entrando a una casa de madera en medio del bosque. Huele a tierra mojada y es una sensación que me encanta, pero el frío aumenta en la misma proporción en la que lo hace mi confusión al ver el lugar.

- ¿Dónde estamos? –me arriesgué a mirar a Liam quien tenía la mandíbula apretada y gira el rostro a mirarme.

Él es mucho más alto y fuerte que yo. Me mira de nuevo a los ojos y veo que no es el mismo Liam. Viste una camiseta blanca que se pega a su abdomen por culpa de la lluvia. Sus pantalones son vaqueros de un color claro y tiene unas zapatillas blancas. Lleva una camiseta de cuadros atada a su cintura. La miro y él imita mi gesto.

- En el mismo lugar…tres años atrás –deshace el nudo de la camisa y me la pone por los hombros.

Algo raro ha cambiado en él. Y en mí sé que también.

- Se siento extraña –le miro mientras él asiente.

- Lo sé, no debemos estar aquí por mucho tiempo –traga saliva, parece nervioso. –Sólo date prisa, cuando acabe el tiempo entraré a por ti, no puedo arriesgarme a que nada cambie. –apoya su mano en la parte baja de mi espalda para empujarme levemente hacia la casa, pero nos alejamos mutuamente cuando sentimos un fuerte calambre al tacto.