Nuestro mundo se riegue por tres leyes:
La primera: toda criatura mágica es igual de importante, por lo que la ley se aplica con la misma fuerza para todos.
La segunda: Toda criatura mágica debe honrar el juramento y jamás mezclarse con otra esp...
Sentí su fría mano en mi hombro y no sé en qué momento mis piernas flaquearon, pero cuando intenté moverme para llegar al arroyo, mi cuerpo cayo simplemente hacia abajo. Cerré los ojos esperando el fuerte golpe, pero tal nunca llego, sentí nuevamente aquellas manos frías en mi cintura, pero esta vez me sujetaban con firmeza. Abrí lentamente los ojos con temor, mi cuerpo completo temblaba ante la idea de que alguien me reconociera y, rogué mentalmente a los dioses porque este ser ante mí, jamás supiera lo que soy.
Pero al parecer el destino es caprichoso y nunca está de acuerdo con mis peticiones. Porque para cuando nuestras miradas conectaron, pude ver claramente mis ojos rojos reflejado en sus orbes dorados y, simplemente dejé de respirar por unos segundos, rogando que las divinidades me desaparecieran en ese preciso momento. —Respira...
Lo mire sin entender hasta que mi pecho dolió por la falta de aire, quería reír por lo tonto que fui, pero simplemente hice lo que dijo y lentamente inhale el aire que mi sistema exigía. Aun no habíamos cambiado de posición, el me sujetaba fuertemente y me miraba con unos ojos difícil de descifrar. Pero lo único que apreciaba, incluso atreves del miedo, era que aquellos orbes dorados jamás me harían daño. Una extraña sensación de nostalgia y un largo anhelo surgieron en mi pecho. —Eso es, respira, muy bien...
Me soltó lentamente mientras daba un paso hacia atrás, me miro con seriedad y yo ni siquiera pude moverme y correr, la cercanía que sentía ante aquel ser, era como un gran grillete al corazón, una cadena mágica que me condenaba para siempre a estar a su lado y, por alguna razón la idea no me molestaba para nada. —Y-yo n-no...
El dio dos pasos más hacia atrás mirándome con una cara demasiado apacible, sus labios estaban rectos, pero podría jurar que sus ojos mostraban una pizca de felicidad. Respiré lentamente intentando hacer el menor ruido posible y desvié mi mirada dos segundos hacia el arroyo. Solo cuatro pasos más y podría perderme en él, pero por aquella razón tan absurda, simplemente me quede allí mirando al ser frente a mis ojos. —¿Q-que vas a hacerme? Y-yo juro que jamás lastime a nadie, yo ni siquiera salgo del arroyo... déjame ir.
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Flashback (Lan Wangji)
El Sol empezaba a caer rápidamente mientras volaba tratando de dispersar mis pensamientos. Cada día era tortuoso y mi tío no lo hacía mucho mejor, solo faltaban unos cuantos meses para que Xichen y yo tomáramos el poder del Clan Lan, como herederos ya estábamos en la edad correcta para tomar el control de todo el Clan Dragon. El paso del tiempo nos ha orillado a ser los únicos descendientes directos de linaje Lan, los únicos dragones puros que quedamos y es por ello por lo que todo el peso cae en nuestros hombros. Xichen está bien, a pesar de que odia la violencia, tampoco está dispuesto a contradecir a tío cuando se trata de ello... si, aquellos seres que un estoy obligado a odiar, condenar y matar. Ya perdí la cuenta de cuanta sangre corre por mis manos y, también de las veces que me he cuestionado quienes son realmente los monstruos. El hecho de que hace muchos años ubo una guerra entre especies mágicas es totalmente indesmentible, pero luego de tanto tiempo luchando con aquellos seres que dicen ser despreciables, no logro comprender como ocurrieron realmente las cosas.
