aquí estaré.

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JAY'S POV:
—o sea,—sonrió mal con los ojos cerrados, aún un poco hinchados del llanto—¿iban a engatusarme, hacerme besarla, y luego quitarme el engaño de encima sin yo saber nada?

—¡no fue mi idea!—evie levantó las manos, declarándose inocente, delatándonos a carlos y a mí.

mal volteó a vernos, entrecerrando los ojos con un pequeño puchero burlón.

—no teníamos muchas opciones, ¿de acuerdo?—carlos se encogió de hombros con la mirada en el piso y una expresión sonriente. mal no estaba molesta y lo sabía.

¿quién lo habría dicho? la gran mal igna, hija de la gran maléfica, que había sido enseñada que era mejor ser temida que amada, perdidamente enamorada de la mejor de sus amigas.

porque para hacer morado, se necesita azul.

—quiero que todos sepan.—se incorporó evie, sonriente, más nerviosa de lo que fuéramos a creer. quizá mal no querría lo mismo; porque, en auradon, el amor tenía... reglas.

pero olvidaba que mal era parte isla, y en la isla, las reglas estaban para romperse.

—¿qué quieres que sepan?—le preguntó mal a evie, con una expresión burlona—porque yo quiero que sepan esto: evelyn grimhilde,—incluso después de 18 años, mal no sabía pronunciar bien el apellido de evie; ¿importaba? nah—¿me harías el honor de ser mi nov-?

evie la calló con un beso, como nos había contado antes a carlos y a mí que soñaba con hacer algún día.

a evie no le gustaba escuchar preguntar tontas. ¿cómo podía dudar de que quisiera estar con ella?

—te haré el honor.

todos reímos; por fin, las cosas iban bien.
por fin, el amor ganaba.

NARRATOR'S POV:
las chicas de veras creyeron, al igual que sus amigos, que después de confesar su amor serían tratadas mal, o al menos diferente. a diferencia de en la isla, el amor en auradon tenía reglas... pero parecía que, por su amor ser tan bonito, podían romperlas.

estaban en pleno almuerzo, hablando como si nada hubiera pasado, pero saben, cuando evie dijo que quería que todos supieran que estaba con mal, ella había pensado en andar de la mano, darse un beso un público, cosas así; no había pensado para nada en lo que mal estaba por hacer.

—hola,—mal tomó un micrófono que encontró en una mesa en el campus, probablemente uno olvidado por algún periodista—hola, probando.

—m, ¿qué haces?—evie se acercó a ella con una risa nerviosa. ¿qué estaba planeando?

la chica suspiró.

de mal se podía esperar cualquier cosa.

—quiero decir algo aquí, en frente de todos. ustedes conocen a mi amiga evie,—señaló mal a su novia, y todos asintieron, algunos en silencio y otros en voz alta—bueno... ¿y si les digo que no es mi amiga?

🎶did i mention that i'm in love with you
and did i mention there's nothing i can do
and did i happen to say i dream of you everyday
and let me shout it out loud, if that's okay🎶

todo el mundo pasó de comer tranquilamente a bailar con la melodía de la voz de mal.

jay y carlos se miraron extrañados; estaban preparados para defender a sus amigas a toda costa de todo aquel que les dijera algo ofensivo o le temiera al amor, pero, al parecer, todos estaban muy felices.

jane y lonnie se acercaron a sus respectivos novios.

—entoooonces...—sonrió burlona lonnie, extendiendo la mano a jane, mientras ella sacaba su cartera de su bolso con fastidio.

—ugh...

los amigos las miraron extrañadas, y, sin que dijeran una sola palabra, lonnie vio en su mirada de confusión que querían una explicación.

—desde que las vi hace años supe que estaban hechas una para la otra, y ella no me creía.—lonnie rió, y señaló a jane con la cabeza—apostamos sesenta, así que...—jane le entregó con tedio el dinero y lonnie rió y lo guardó en su bolsillo.

a lo lejos, ben y doug las miraban, el rey con los brazos cruzados y doug con las manos en los bolsillos, pero ambos con una media sonrisa.

—sabes,—ben rompió el silencio—esto es tan lindo que ni siquiera puedo estar molesto.

—yo tampoco,—respondió doug—son demasiado tiernas juntas.

🎶and i would give my spell book for just one kiss🎶

con una felicidad que jamás pensó que sentiría, evie apartó el micrófono de los labios de mal y lo reemplazó con los suyos; ahí, en frente de todos, ya no asustada como antes, sino más segura que nunca. segura de sí misma, de lo que sentía, de su amor.

separaron sus labios, más no sus rostros; aún sentían la respiración de la otra en las mejillas, y el roce de sus narices hizo a mal sonreír.

—sabes que estoy cuestión de tiempo para que otro problema aparezca y tengamos que enfrentarlo, ¿no?—evie rió, y mal se encogió de hombros, sin borrar la sonrisa dibujada en su rostro.

—siempre habrá un dragón para salvar a su princesa. aunque de vez en cuando,—mal separó sus rostros, con sus manos acariciando la mandíbula de evie, pensando en lo torpe que ella podía llegar a ser también—puede que la princesa tenga que salvar al dragón. el punto es estar una para la otra, ¿no?

el amor en los ojos de evie cada vez que veía a mal era inefable; asintió con la cabeza y parpadeó con lentitud.

—te amo. siempre te ha amado. y si me necesitas, no importa cuándo, no importa qué... aquí estaré.

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