0.13 Luar

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Mi corazón se está partiendo en pedazos mientras te mira.

1 semana 6 días antes.

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Cuando me diste la oportunidad de caminar a tu lado, aprendí tanto de ti; tus sonrisas e inclusos tus hábitos, todos eran tan encantadores

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Cuando me diste la oportunidad de caminar a tu lado, aprendí tanto de ti; tus sonrisas e inclusos tus hábitos, todos eran tan encantadores. Evidentemente, me enamoré, y a pesar de ese sentimiento cálido que agitaba mi corazón... te lastimé.

Es un recuerdo que nunca podré borrar, no de ti y tampoco de mí.

Aún así, durante el tiempo que pasamos separados traté en infinidad de veces capturar tu mirada, hacerlo solo quedaba en un intento más y, con el paso del tiempo, pude seguir viendo un brillo perfecto en tus ojos, esa luz regresó a ti, parecía como si te hubieses robado la mía. Por eso sé que estarás bien si no estoy contigo, a diferencia de mí.

Quiero seguir mirándote pero, sé que si lo hago terminaré hiriéndote. Hiriéndonos.

Supongo que está bien de esta manera, porque no soy merecedor de ello, de tu perdón, de ti.

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—¿Qué estás diciendo Bakugo? —el pelirrojo se exaltó al escuchar lo que su amigo decía y no pudo evitar reírse al ver como el rubio de ojos color miel escupía su bebida por la sorpresa.

—¿Tomaste antes de venir aquí? —Sero lo miraba ladeando la cabeza mientras entrecerraba sus ojos con duda.

—Son unas mierdas.

—Viejo, tranquilo —decía Kaminari secándose con su antebrazo—, es solo una broma, pero es que — río leve acercándose—... tus orejas están tan rojas.

—¡Aléjate basura!

—Pero ya, ¿lo dices de verdad?

—Sí —decía desviando su vista por el ventanal del restaurante.

—¿Estás seguro?

—¡Que sí mierda!

—¿Y cuándo tienes planeado hacerlo? —preguntó el pelinegro al observar su mirada decidida.

—Cuando reciba la carta de pasante a Might Tower.

Otra risa más del beta.

—Dios, te ves tan patético.

—¡¿AH?!

—¿Bromeas? —Kirishima levantó sus cejas y alzó un poco la voz—. Aún faltan 3 meses.

El cenizo solo volteó los ojos hasta llegar a Kaminari que ya se apresuraba a decir algo. Exhaló poniendo su rostro contra su mano antes de escuchar lo que tenía que decir.

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