SEMPITERNO [Katsudeku]

0.07 Mermar [PASADO; Parte I]

Suelen decir que el lazo existente entre "destinados" está hecho por un hilo de color rojo. Las personas unidas por este lazo están destinadas a "terminar juntas", aun si el hilo se enreda o incluso si ambos extremos están distanciados.

Pero los hilos no solo crean nudos… se desgastan, incluso si estos son rojos.

El problema es que todo este tiempo he tratado de seguir abriendo la herida que dejaste en mí con la intención de olvidar, de desgastar todo.

Sin embargo, el resultado fue recordar.

Recordar esos años en los que pasamos juntos apoyándonos el uno al otro. De anhelo por ver tu energía captar toda mi atención con aquellos rubíes envidiables.

Me gustaba cuando me acompañabas a mis entrenamientos, cuando acariciabas mi cabello y entrelazabas nuestras manos sin importar que estuviesen mirando. Recuerdo esas mañanas cuando solías levantarte temprano para preparar el desayuno antes de comenzar una jornada o las tardes en que me envolvía en tu aroma mientras tú te perdías en el mío.

También disfrutaba de aquellos días que amanecía viendo tu rostro; era más que suficiente para querer quedarme a tu lado sin importar lo demás. Amaba verte, amaba tenerte para mí y sentir la calidez de tu cuerpo a mi lado.

Eras perfecto, éramos perfectos.

Nos complementabamos con una sola mirada o con un solo roce, me protegías, me celabas y no, no odiaba ese agarre a mi cintura para tallar tu rostro contra mi cuello.

Recuerdo tus susurros prometedores mientras inclinabamos nuestras cabezas el uno al otro.

Lo hicimos bien, lo hiciste funcionar.

Es irónico porque…. incluso ahora, recuerdo el día en que esta marca llegó a mí. Esa noche que ansié por largo tiempo. Y es que, ¿cómo olvidarlo? cuando había prometido que no podía imaginar un mundo sin ti y tú jurabas negarte a conocer uno sin mi.

Éramos dos mitades que formaban un todo.

Pude haberte amado… por siempre, y nunca hubiera sido suficiente.

Pero, ¿lo ves ahora? ya no hay espacio para lo que una vez logramos ser.

Nunca quise dejar de construir el mundo que habíamos formado, nunca quise que se extinguiera.

Realmente sentía que te conocía, que conocía tu corazón tal cual me conocías a mí. Y sabía que después de estar tanto tiempo juntos, después de amarme como lo habías hecho, después de todo, no harías nada malo para hacernos daño. Que nunca podrías lastimarme.

Pero luego sólo me sentí completamente destrozado.

Me pusiste en una posición en la cual debía pelear contra ti.

Donde debía pelear contra mis sentimientos.

Todo por algo tan… estúpido.