✪Secuestro✪

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Tras el día en que todos se conocieron, la semana una vez más volvió a pasar con total calma. Caeli había vuelto a la universidad, lo curioso era... Que no se había vuelto a encontrar con Orfeo, ni tampoco había oído nada en lo referente a él. Cosa que sin duda le extrañó, pero que prefería que fuese así, porque sin duda, enfrentarse a su exnovio, era una de las cosas que más le drenaba la energía.
Sobre todo desde que había cambiado tanto.

Pero dejando de lado el tema de la expareja. En lo referente a la universidad todo iba mucho mejor, sus compañeros se alegraban de que ella se encontrase bien y de que se viese más radiante que nunca.
Su amigo, Oliver, sin duda era el que más se alegraba de todos, puesto que sabia lo duras que habían sido aquellos meses para la morena. Aunque no podía hacerse una verdadera idea de todo por lo que la chica había tenido que pasar, sin duda estaba contento de verla brillar de nuevo.

Y Caeli no podía estar más contenta. Había apuntado el hechizo en un papel aparte, para su suerte, los ingredientes pudo encontrarlos con facilidad. Y tras haber probado el hechizo un par de veces con objetos inanimados -como libros de ocultismo de Akane- y haber comprobado que funcionaban, pensó que quizá debía probarlo con ella para asegurarse que todo estaba bien, pero lo comentaría con Tom, antes que nada. Aun así, su sonrisa se ensanchaba y la alegría supuraba por cada poro de esa preciosa piel bronceada.

No solo eso, la relación entre Akane y Curt con Tom y sus amigos había mejorado un montón, incluso compartían cierta información para poder animar a la japonesa y también para ayudar al escritor a no quedarse estancado en sus novelas de fantasía. Y algo que llamó la atención tanto de Caeli como de la pareja, era saber todos los demonios superiores: Ukothri, Doknel y Tom. Tenían una forma bestial referente a los animales en los que se transformaban para pasar desapercibidos, en la cual algunos podían perder el control por sus emociones, y normalmente no era mostrada a ningún ser humano porque podría dejar verdaderos daños psíquicos en las personas normales. Algo que agradecía la chica es que el encuentro con aquel zorro no le había dejado secuelas irreparables, y lo más seguro era gracias a Doknel y a Tom.
Y por suerte, no había nada por lo que sentirse triste en aquel momento, y encima, todos los que más quería en este mundo estaban protegidos por su pareja.
Parecía que por fin las cosas estaban volviendo a su sitio. Todo volvía a una nueva normalidad.

Y mientras la chica hablaba amenamente con Oliver en el descanso de una de las asignaturas para saber un poco más de su vida, cierta azabache de ojos azules apareció de la nada para saltar sobre su pareja y llenarla de besos, haciendo reír a la morena y sonrojar al chico de cabello blanco.
Aquel día, incluso Angel parecía ser una dulzura con Caeli, todo iba como la seda. Y la pobre chica agradecía que fuese de aquella forma.
Con aquella pequeña reunión, aparecieron también Jayden, un chico de rasgos británicos y amable sonrisa y Dafne, una pequeña y burlona joven española que tenía la energía de mil soles.
Y algunos más que comenzaron a añadirse a la conversación, atraídos por la energía que desprendía la morena por su felicidad.

La chica se sorprendió por aquello, pero tampoco le tomó demasiada importancia. Estaba feliz, y nadie le iba a poder arrebatar esa sensación.

[...]

Así, el tiempo del descanso pasó, y todos volvieron a la clase para seguir con su vida estudiantil normal.

Después de horas de clases que se habían pasado volando, y de entregas de los últimos trabajos que la chica había hecho, antes de ser atrapada por nadie de la clase, simplemente se despidió con calma para dirigirse a su casa, donde sabia que su madre le estaría esperando y con suerte, habría preparado su plato favorito para ella, y también para el resto de los demonios que ahora habitaban la casa como protectores, además de su pareja.

My Demon ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora