Recién nacida

Capítulo Veinte

Narrador en tercera persona

Pasó una semana antes de que Will accediera a volver a la casa de los Cullen. Como de costumbre, se mantuvo cerca de Caius, funcionó bastante bien desde que él la calmó y ella lo hizo menos hostil.

La relación entre la reina y el lector de mentes se volvió más y más tensa a medida que pasaba el tiempo, la reina estaba en su punto de ruptura con él constantemente tratando de meterse en su cabeza. Le tomó dos semanas actuar sobre su ira.

Narra Will

Los constantes empujones y pinchazos dentro de mi cabeza me dieron ganas de romper algo, preferiblemente Edward Cullen.

Jesús, ¿no sabe este niño cuándo parar?

El gruñido que he estado tratando de contener se abrió paso mientras él continuaba tratando de meterse en mi cabeza, pareció sorprendido por un momento antes de recomponerse.

Marcus puso una mano en mi espalda "Querida, ¿está todo bien?" El gruñido aumenta levemente en volumen y mi mirada se posa en el chico Cullen y se ve incómodo.

"He pasado más de una semana sintiéndote hurgando en mi mente, si no lo dejas de hacer, te haré daño".

Él tomó una mirada ofendida "No tengo ni idea de lo que estás hablando".

Mis ojos se estrecharon y mi tono se oscureció "No me mientas, eso es un insulto que no permitiré de alguien tan estúpido que ni siquiera puede convertir a la chica con la que supuestamente quiere pasar su vida de no-muerto" Me gustó mucho verle con la mandíbula caída. Con mi mirada periférica veo a Carlisle a punto de empezar su charla de paz normal, lo había usado a menudo entre la guardia Volturi y su familia la última semana. "Y no quiero escuchar otro de tus discursos Carlisle" Se quedó helado donde estaba "Estoy harta de tu actitud de 'soy más santo que tú'. En lo que a mí respecta, tú y tu imbécil hijo sois responsables de más muertes de las que quieres admitir".

"¿Cómo sabes eso?" El gran oso como chico preguntó.

"Si él hubiera hecho su trabajo como líder de tu clan, Victoria no habría comenzado un ejército. Hay al menos ochenta vidas allí, ahora agrega a todos los humanos de los que nos hemos alimentado ¿Dónde te deja eso?" Todos en la familia Cullen se habían quedado callados. Mis compañeros lucen orgullosos al igual que la guardia que tenemos con nosotros, le doy a Marcus una pequeña sonrisa. "Estaré en el jardín".

Narrador en tercera persona

Esme esperó un momento antes de seguir a la joven al jardín, ella sonrió suavemente al verla sentada en una de las sillas del jardín "¿Cómo te encuentras?" La recién nacida se encogió de hombros. Esme le sonrió "No tienes que hacerlo, pero me vendría bien un poco de ayuda para plantar algunas flores que compré recientemente, si estás interesada" Ella ofreció.

Will la miró "No sé como plantar flores..." la sonrisa de Esme se iluminó.

"Está bien, puedo mostrarte".

El proceso de plantar flores tuvo un efecto extrañamente calmante. También se sintió extrañamente familiar, como si lo hubiera hecho antes.

Esme fue amable y paciente mientras ayudaba a Will. Estaba impresionada por lo cuidadosa que era, especialmente porque los recién nacidos no eran conocidos por ser cuidadosos. "¿Cómo te estás estableciendo en Volterra?"

Will sonrió "Me encanta estar allí. Todo el mundo es amable y tengo mi propia habitación en lugar de estar apiñada en un sótano con otras veinte personas" Suavemente arregló la tierra alrededor de la rosa que acababa de plantar. "Y como nadie puede oírme moverme, Jane tuvo la idea de un brazalete con campana. Me hace sentir como un gato, pero ayuda a no asustar a todos cada vez que entro en una habitación"

A Will le agradaba Esme, era agradable y era fácil hablar con ella. Pronto las dos terminaron con las flores y Esme se levantó "¿Te gustaría venir conmigo mientras cazo?" Ante la vacilación de Will, añadió "No tienes que cazar, sería bueno tener compañía"

Will miró hacia la casa "Necesito decirles que voy a ir primero..." Incluso si ella tenía un rango libre del castillo, por lo general no se mantenía lejos de sus compañeros por mucho tiempo "Haz eso, esperaré aquí".

Narra Will

Marcus se sentó en la cocina con uno de sus guardias, toqué su hombro "Hola querida" Él sonrió.

"Voy a ir con Esme de cacería, ella quiere tener compañía"

El asintió "Nos quedaremos aquí hasta que regreses" Besó el dorso de mi mano antes de que saliera de nuevo, Esme me esperaba a las afueras del bosque. "Estoy lista para irme".

Se sintió genial correr por el bosque. Nos detuvimos un poco, los sonidos de los ciervos frente a nosotros. La vi pasar de ama de casa a cazadora, una depredadora dispuesta a abalanzarse sobre su presa. Bajó al ciervo de forma rápida y sin dolor, cuando se puso de pie de nuevo, tenía un poco de sangre en la ropa y alrededor de la boca.

Cuando regresamos a la casa, el cielo se había oscurecido y era hora de volver al hotel. Una vez de regreso, Aro fue a llamar a alguien, Caius tenía algunos trámites que atender y Marcus se sentó a leer un libro. Me senté junto a Marcus con un papel y bolígrafos.

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