Final

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—¡Tae!

Él alzó la cabeza del motor de la grúa con rapidez en cuanto oyó la voz de su esposa gritando su nombre y sonando exactamente igual que solía hacerlo. Se sintió esperanzado. Quizás aún no se había acabado todo. Tal vez _____ no quiso decir lo que dijo dos noches atrás y no tendría que llevarla al aeropuerto esa misma tarde.

Arrojó al suelo la llave inglesa que estaba usando y se volvió para mirarla. Sus esperanzas se desvanecieron en cuanto vio la expresión de su esposa.

—¡Sinjun no está! Han descargado a todos los animales y el no estaba entre ellos. También falta Trey.

Brady salió desde detrás de la grúa donde estaba intentando ayudar a Tae.

—Seguro que es cosa de Sheba. Me apuesto lo que sea.

La cara de _____ palideció de ansiedad.

—¿Te ha comentado algo?

—No, pero se ha comportado como una verdadera arpía estos dos últimos días.

_____ miró a Tae y, por primera vez desde que la había ido a buscar al zoológico de Busan, él sintió que lo miraba de verdad.

—¿Sabías algo de esto?

—No, no me ha dicho nada.

—Sabe lo que sientes por ese tigre —dijo Brady. —Supongo que lo ha vendido a tus espaldas.

—Pero no puede hacer eso. ¡Es mío! —_____ se mordió el labio como si se diera cuenta de que lo que había dicho no era cierto.

—Antes fui a ver a Sheba —dijo Brady, —pero había desaparecido. Fue Shorty quien trajo su caravana, pero el Cadillac no estaba por ningún lado.

_____ cerró los puños.

—Le ha hecho algo terrible a Sinjun. Lo sé.

Tae quiso consolarla, pero sospechaba que tenía razón.

—Haré algunas llamadas a ver si averiguo algo. ¿Por qué no hablas con los empleados por si alguien sabe algo?

Pero nadie sabía nada. Durante las dos horas siguientes hablaron con todos y sólo descubrieron que nadie había visto a Sheba desde la tarde anterior.

_____ estaba cada vez más histérica. ¿Dónde estaba Sinjun? ¿Qué había hecho Sheba con él? Había descubierto bastantes cosas sobre el tráfico ilegal de animales viejos del circo, sabía que era improbable que el tigre acabara en un zoo. ¿Qué le ocurriría a su tigre?

Se hizo tarde para llevar a _____ al aeropuerto. Tae había insistido en que ella se quedara con su padre hasta decidir lo que quería hacer, pero ahora eso no tenía importancia. Pasó junto al Hyundai gris con matrícula de Seúl —otra muestra más de lo culpable que se sentía Tae — y se sentó en la parte trasera de la camioneta que la había trasladado durante todo el verano hasta llegar a esa desolada noche de octubre. Desde allí, observó el recinto.

Pasó la primera función y luego la segunda. La gente llegó y se fue. Aquel lugar era la última parada antes de poner rumbo. De nuevo los empleados del circo habían ido al pueblo junto con algunas de las showgirls y el recinto estaba desierto. Tenía frío, pero esperó a que Tae se hubiera cambiado de ropa y se marchara a atender a Misha para regresar a la caravana.

Desde la puerta vio su maleta, que yacía olvidada encima de la cama. Se acercó a ella mientras se quitaba la vieja sudadera gris. Tras terminar de desnudarse en silencio, comenzó a recolocar la ropa vacilando ante el desordenado cajón donde Tae guardaba la suya. Se arrodilló, deprimida, y abrió el último cajón. Apartó a un lado los vaqueros de Tae para ver lo que sabía que estaba oculto debajo: un sonajero de plástico, un patito amarillo, un chupetito, una caja de galletas con forma de animales, un babero con la imagen de un conejo y un ejemplar de un libro del doctor Spock.

Ángel | KTHWhere stories live. Discover now