07

1.2K 162 14
                                    

Camila.

—¿Todo bien? —me pregunta Celeste al ver que estoy viendo la escena con mala expresión.

No sé porqué me siento celosa, ni que Andrés me interesara. De hecho, hasta me da igual que esté besando a esa colorada con cuerpo de infarto enfrente de mis narices. Miro a mi prima con mi mejor sonrisa y asiento con la cabeza.

—¡Claro! —exclamo demasiado fuerte y me aclaro la voz—. ¿Por qué? ¿Pasa algo malo?

—No, no... lo que pasa es que estabas viendo a los chicos con cara medio rara —contesta preparando una bandeja para un cliente.

—Solo estaba pensando. —Me encojo de hombros—. Lo que pasa es que me sorprende la manera en la que se besan, ni siquiera se conocen, es extraño.

—Modernidad, Cami, ahora es así...

—Bue, tampoco es que son jóvenes, Celes. O sea, son jóvenes, pero no tienen veinte años como para andar probando y besándose con todo el mundo. —Me río con incredulidad. De verdad, Andrés es un picaflor y me molesta demasiado.

Cuando ayer me besó... me siento idiota con solo pensarlo, pero imaginé que él podría estar realmente enamorado de mí. Veo y escucho como estallan en carcajadas y ruedo los ojos.

—Yo le dije a ella que viniera —comenta mi acompañante—. Es fan de Andrés y sabía que no iba a decir que no, el chico necesitaba a alguien que hiciera de cuenta que es su novia... —Noto que me mira de reojo.

—¿Y para qué? —cuestiono. Hace una mueca para expresar que no sabe—. Debe ser para llamar la atención y crear un culebrón que le haga ganar fama.

—O quizás te quiere dar celos... —agrega con tono travieso. Suelto una carcajada irónica que atrae la atención de Andrés y le sostengo la mirada hasta que decide dar vuelta su rostro. A mí no me intimida.

—Sabés que es imposible eso, yo no siento celos y menos con él, que no me interesa en lo absoluto. No le estoy buscando papá a Dai, ¿sí? —respondo limpiando el mostrador con más fuerza. Ella se ríe y niega con la cabeza mientras va a darle el pedido al cliente y atiende otra mesa.

Suspiro y sigo observando como mi empleado coquetea con su nueva conquista. Luego se ve que los chicos le piden que cante y comienza a cantar Labios compartidos de Maná. La verdad, no me esperaba que fuera tan romántico y tampoco lo escuché en vivo, tiene una voz divina, sexy, masculina... No me doy cuenta de que estoy concentrada en él hasta que Celeste vuelve a aparecer y chasquea los dedos frente a mí.

—¿Hola? ¿Qué te pasa? —me pregunta con diversión—. Te colgaste.

—Solo estaba escuchando cómo canta Andrés, tiene linda voz...

Ella hace un sonido afirmativo mientras asiente con lentitud y lo mira.

—Es un excelente músico y nos va a venir súper la promoción que le está haciendo a la cafetería. La verdad, a pesar de que a veces es medio extraño, debo admitir que también es una buena persona y siempre intenta ayudar... a su modo, pero ayuda. Es un buen tipo y me cae bien.

Se encoge de hombros y me guiña un ojo al notar que estoy empezando a estar de acuerdo con su opinión. Me siento un poco arrepentida de juzgar mal a Andrés, mi prima tiene razón, será mujeriego y creído, pero apenas está empezando a trabajar con nosotras y ya busco la manera de hacernos publicidad para tener más clientes. Bueno, en realidad, a él le importa más su fama que hacernos conocidos, pero algo es algo. Se esta esforzando.

De repente, levanta una mano y me hace un gesto para que me acerque a su mesa. Me dirijo hacia allí, esperando algo, pero los gemelos me miran de arriba abajo y echan a la colorada para que me siente al lado de Andrés. Por el momento, no estoy entendiendo absolutamente nada.

Una difícil conquistaWhere stories live. Discover now