Capítulo 51: Salvación

614 76 38
                                    

Capítulo dedicado a: ayelenuresti, gracias por tu apoyo, espero y el capítulo te guste. <3


 <3

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.





Leo Levitt


Erika Dark.

Lanza. 

Sangre.

Senix.

Muerte.

¿Por qué...?

Sólo podía pensar en una sola cosa mientras observaba el rostro manchado de tierra, lágrimas y sangre de Senix: Por favor, por favor... resiste, pelirroja.

—¡No!—grité otra vez, sentía mi garganta reseca y adolorida, pero no me importaba—. No, Senix... No. Aguanta, ¿sí?

No tuve respuesta.

Ninguna respuesta, ninguna señal por parte de ella.

Sus ojos se habían cerrado... Lentamente... Como despidiéndose con gentileza de mí.

¡Maldición, no podía resistir verla así!

—Senix, por favor. Quédate conmigo... ¿sí? Quédate conmigo, aguanta. Sólo abre tus ojos... Abre tus preciosos ojos y dame una pizca de esperanza. Senix... Por favor.

Nada.

Sus labios estaban entreabiertos y tenía las oscuras pestañas mojadas de lágrimas que deseé con toda la fuerza de mi maldita alma que no hubiera derramado.

Acune su rostro con mis manos y me acerqué más a ella, tratando de poder abrazarla de alguna forma, de poder compartirle mi calor a pesar de que talvez ella ya no lo sentía.

Pasé mi mano derecha por su espalda y la apreté contra mí, sosteniendo con mi otra mano su cabeza, siendo delicado. No me importó que la lanza negra que sobresalía de su estómago rozara en la armadura de mi pecho. A estas alturas, ya no me importaba nada.

Por un instante una vaga idea de algo tan loco y desquiciadamente suicida se me vino a la cabeza. ¿Seré capaz...?

¡NO!

«Sí, podía atreverme a hacerlo. »

¡He dicho que no!

—¿Pero qué...?—murmuré a nada en particular, rozando mis labios en la mejilla de Senix. Elevé la cabeza y miré el cielo, allá donde la estúpida roca mortal se deshacía en negras cenizas. Ahí, con la extraña luz causante de ese hecho, había alguien.

Escúchame, Leo Levitt, no harás eso que estás pensando. No lo permitiré.

«Si ella ya no está... ¿qué soy? ¿qué me queda?»

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Where stories live. Discover now