"Los susurros de ángeles y demonios siempre anuncian muertes o claves de salvación. "
Senix Fire es descendiente de una raza de criaturas antiguas con habilidades y poderes extraordinarios. Y el ser alejada de su verdadero lugar de origen provoca qu...
Capítulo dedicado a: LucyG-22 gracias por tu apoyo♡ espero y el capítulo te guste.
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Senix
Erika gritó.
No lo hizo por temor a nosotros, sino más bien por la rabia y frustración que le generaba el saber que su has bajo la manga ahora era inservible. Aunque no del todo inservible. Porque, a pesar de la carencia del efecto del don Oscuro, Roy Black era un guerrero sangriento que podría resultar un tanto difícil de vencer.
—¿Cómo es posi...?—Trató de articular Erika, distorsionando su ya alterada expresión en una mueca de profundo desprecio.
Me encogí de hombros, centrando mi atención sólo en ella y buscando sus puntos débiles.
—A veces lo imposible se vuelve sencillamente posible—le dije, formando una pequeña sonrisa.
El tiempo que pareció haberse ralentizado volvió a la normalidad; dejando el panorama de la batalla como anteriormente estaba: en cámara rápida e imposible de darle seguimiento a todos a la vez.
Avancé hacia Erika. Lento, midiendo mis pasos arrastrados, aún podía sentir la devastadora mirada de Roy sobre mí, tratando de destrozarme por dentro sin éxito alguno. El daño no llegaba. Y me sentía aliviada por eso.
Roy se acercó con aptitud decidida a Erika, quizás para protegerla o a arriesgarse a dar su vida por ella.
La reina Erika apretó sus dientes y dijo en un susurrante eco afilado:
—No me importa lo que creas posible o no. Así como tampoco importa lo que haya sido eso, patética niña, porque no necesito un estúpido don para acabar contigo.
Mantuve mi sonrisa, intentando verme lo más intimidante o loca posible.
—Inténtalo.
Corrí hacia ella envuelta en llamas, invocando desde mi interior la fuerza y el fuego que fluía por mis venas.
Erika también corrió hacia mí, con Roy detrás de ella dispuesto a enfrentarme. Pero la misma Erika Dark lo alejó apretando su mano y formando un puño que desprendió energía destructiva que lo empujó de forma bruta hacia atrás.
Y entonces, cuando ya habíamos acortado la distancia que nos separaba ocurrió.
Chocamos.
Y ambas al mismo tiempo gritamos al sentir el fuerte impacto de la otra. Percibí de manera dolorosa cómo mis huesos se sacudían y mi mente se alteraba por el dolor que se propagaba por toda mi anatomía.
Auch. Eso en verdad había dolido.
Me incorporé al mismo tiempo que Erila lo hizo, sólo que yo aclaré mi mente con más rapidez y golpeé su pecho con mi puño. Ella cayó hacia atrás junto conmigo, sosteniéndome de los hombros y aprovechando la oportunidad para darme un rodillazo que dio justo en mi estómago. El golpe me mandó a volar hacia atrás y sujeté mi estómago con ambas manos. ¡Maldita sea! Vaya que dolía.
