Extra #2 [Problemas en la playa]

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LEO

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LEO

Últimamente me he sentido muy celoso.

No puedo evitarlo, es como un horrible sentimiento de impotencia y ganas reprimidas de apartar a todos los que se acercan a Senix.

Lo peor de todo es que... Ja, ¿se la creyeron? Obviamente ya no soy taaan celoso. Bueno, no tanto como antes. Lo juro. ¿No me creen? Me da igual. Es cierto.

Cuando tienes a tu lado a una explosiva pelirroja que no solo va a tu lado a pasar el tiempo, sino también al lado de alguien más (cof Ryan Black cof) empiezas a saber respetar su espacio y sus decisiones. Al fin y al cabo Ryan y yo habíamos llegado a una tregua por ella. Y pelear por una chica no estaba entre nuestros planes porque dicha chica prefería o estar bien con ambos o estar bien sola. Y ninguno de nosotros quería renunciar al desastre andante que era ella.

Además, ya no es tan malo llevarme mínimamente bien con Black. Ambos nos entendemos a nuestra manera. Eso es mejor que dirigirnos miradas de odio y lanzarnos cuchillos como unos desgraciados.

En conclusión, sabemos sobrevivir en la misma habitación o en el mismo espacio por al menos dos horas. Y eso es decir mucho.

—Hey, ¿ya estás...?—pregunté entrando en su habitación sin tocar la puerta—. ¿Por qué no te has vestido?

Él estaba recostado en la cama, con los ojos cerrados, el cabello oscuro cubriéndole la frente, sin pantalones, con la manta oscura de su cama apenas tapando sus miembros, sin camisa y sin ganas de vivir.

Deseé tanto acercarme y apretar mis manos en su cuello el tiempo suficiente para estrangularlo solo un poco. Lo que lo llevaría a que él intentara hacer lo mismo conmigo. Y diablos, no quería pelear hoy.

—Ponte al menos una camisa, ¿quieres?—insistí recogiendo una negra del suelo y lanzándosela.

—Lárgate—me cortó.

—Senix podría entrar y verte así—seguí sin despegarle la mirada.

—Déjala. Seguro la vista no le parecerá desagradable.

—Estoy seguro de que no—admití mientras reprimí un insulto—. Pero podría sorprenderse al verte sin pantalones ni camisa. ¿Acaso quieres verla incómoda?

—No.

—¿Entonces?

—Me vestiré antes que entre.

—No te creo.

—No me importa.

—Black...

—Cállate.

—Vístete.

—Que te calles.

—Que te vistas.

La Princesa Fénix |Aeternis #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora