"Los susurros de ángeles y demonios siempre anuncian muertes o claves de salvación. "
Senix Fire es descendiente de una raza de criaturas antiguas con habilidades y poderes extraordinarios. Y el ser alejada de su verdadero lugar de origen provoca qu...
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••Leo••
No me sentía para nada cansado ni agotado aún con todo lo que aconteció ayer en ese mundo de horribles criaturas, y si también Ryan va incluído, sin el nunca hubiéramos ido a Drynox, tampoco hubiera puesto en peligro a Senix.
Senix...
Su rostro vino a mi mente de repente; cada facción, cada mínimo movimiento y gesto que ella realizaba se había quedado guardado en mi memoria. No importaba que hiciera no podía sacarla de mi cabeza, máldecia por eso porque sabía que quizás el sentimiento no era correspondido.
Se acercaba la hora de llevar a Senix a Mifnix, su reino, ¿pero que pasaría después de eso? Estaría rodeada de seres que podían protegerla de cualquier ser maligno que busque hacerle mal. Quizás ella ya no me necesitaría... Quizás se olvidaría de mi. Ella no haría eso estaba seguro, pero de lo que no estaba seguro es de lo que acontecería después... Talvez más problemas, ¿Y si algo intenta lastimarla? ¿Y si el mismo Ryan y la reina Erika intentan destruirla? No podría con eso, no podía verla sufrir simplemente me negaba ver en su alegre y impecable rostro un solo gesto de dolor y era suficiente para que todo mi ser se rompiera.
Pero llegó a mi mente esa sola pregunta que podía cambiarlo todo:
¿Y si yo la lastimaba?
No sería capaz de hacerle daño, lo único que quería era protegerla lograr mantenerla a salvo y destruir todo aquello que la lastimé. ¿Pero y si ese era yo?
Sacudí esos confusos pensamientos que llenaban de dudas y desesperacion mi cabeza.
Frote mi rostro con ambas manos esperando encontrar respuestas a cada enigma que acababa de pensar.
Me frustre al escuchar los roncos y molestos ronquidos de mi buen amigo Jhon a quien quería golpear en este momento.
Me levanté de golpe de la cama y lo observe dormido en la segunda cama que tenía guardado este cuarto; que por cierto era muy grande como para que Jhon pareciese que en una vuelta fuera a parar al suelo.
Estaba tendido sobre ella con una pierna afuera y un brazo retorcido; con la boca abierta y baba saliendo de esta, hize un gesto de desagrado y tome una almohada y se la lance justo en la cara con fuerza para lograr despertarlo. Pero claro, creo que se me pasó la mano; Jhon callo de bruses al suelo emitiendo un sonido de dolor y maldiciendo.
No pude evitar reír al verlo en esas fachas. Se levantó y me dió una mirada asesina, me encogí de hombros despreocupado y gire hacia el baño.
—Esto no se quedara así—Hablo entre dientes, no podía verlo, pero estaba seguro que tenía el ceño fruncido.
—Buenos días a ti también.
—Muy divertido. ¿Acaso yo te e despertado a almohadasos alguna ves?
