EXTRA: CAPÍTULO ESPECIAL 2

1.6K 132 37
                                    

~Elliot~

Por favooooor —rogué, mis brazos alrededor de la cintura de Dakota y mi barbilla en su cabello mientras él intentaba arreglar su maletín para el trabajo.

Tenía aproximadamente veinte minutos en la misma posición y casi podía sentir el enojo de Dakota aumentar, pero no se iría hoy de aquí sin que lo hubiese convencido.

—¡Elliot, suéltame, maldita sea! —gruñó, exasperado.

—No te soltaré hasta que digas que si.

Soltó un gruñido de frustración y comenzó a ordenar los papeles bruscamente.

No pasaron ni cinco minutos antes que volviese a hablar.

—¡¿Puedes explicarme por qué demonios tengo que ir a una fiesta cuando ni siquiera me gusta la gente?! —exclamó—. ¡Y suéltame de una buena vez o dormirás en el sofá esta noche!

Casi instantáneamente lo solté, haciendo morritos por el simple hecho de que sabía que le gustaba.

Se volvió, fulminándome con la mirada e ignorando por completo mi intento de rogar tiernamente.

—¿Qué están celebrando esta vez? —dijo.

—Es la despedida de soltero de uno de mis amigos del trabajo —respondí—. ¡Vamos, Dakota! Hace siglos que no vamos a una fiesta, Dylan estará en casa de sus amigos hoy y mañana es sábado. No tienes excusa.

—Mi excusa es que no quiero ir —tomó su maletín—. Ve tú solo.

—¡No quiero ir solo!

—Entonces no vayas.

—¡Pero quiero ir!

—¡Agh, eres un dolor en el culo algunas veces! ¡He dicho que no! —salió a grandes zancadas de la habitación, aventando la puerta.

Rápidamente salí de la habitación, con la intención de seguir insistiendo hasta que aceptara solo para que me callase, pero Dylan me detuvo en el pasillo.

—¿Tú y papá Dakota están discutiendo? —preguntó, cierto deje de tristeza en su voz.

Suspiré, sonriendo con cariño y lo alcé en brazos, dejando un beso en su mejilla.

—Un poco, pero no tienes nada de que preocuparte —dije—. Sólo discutimos porque los dos somos muy tercos.

—Papá Dakota dice que eres un dolor en el c-...

Rápidamente le tapé la boca, sorprendido.

—¡Dylan no se supone que digas esas cosas! —solté.

—¿Es una grosería? —preguntó, curioso. Asentí.

—Sí, Dyl, es una grosería —lo puse en el suelo, dirigiéndome rápidamente al salón, viendo a Dakota sentado en uno de los sofás con cara de fastidio—. ¡No le enseñes esas cosas a Dylan!

—No es mi culpa que su padre sea un dolor en el culo —gruñó.

—¡Tú eres un dolor en el culo! —solté, exasperado.

—¡No digas groserías, papá! —escuché a Dylan desde la cocina y rodé los ojos.

—¡Lo siento!

Me volví hacia Dakota te nuevo, viéndolo revisar su teléfono, ignorándome por completo.

—¿No cambiarás de opinión? —dije, cansado.

—No.

—¿Por mí?

Levantó la vista un segundo, enarcando una ceja.

Amnesia [gay/yaoi]Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora