17. Heridas y cambios.

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~Dakota~

Di un paso atrás, sintiendo la sangre irse de mi rostro y miré a esos tenebrosos ojos verdes.

—Así que has vuelto, eh —dijo, ensanchando esa oscura sonrisa.

Había visto a este tipo en mis sueños, sonriendo de esta forma, golpeándome hasta hacerme sangrar o peor.

De reojo miré a Elliot y vi una mezcla de miedo y alegría en su mirada. Me alegraba verlo y, la verdad, si no fuera por el chico que parecía querer asesinarme a golpes, estaría maldiciéndolo por ser un completo imbécil.

—Parece que alguien no entendió la lección hace tiempo —siguió, con voz profunda, tronándose los dedos, haciendo que un sudor frío me recorriese la espalda.

Respiré hondo, tragándome el miedo por un segundo y fruncí el ceño.

—Disculpa, pero, ¿quién eres? Si se puede saber —dije, fríamente.

Me miró un segundo y rompió a carcajadas, volviéndose hasta el alto chico moreno junto a Elliot —el cual ya no tenía color en el rostro.

—¿Escuchaste eso, Ethan? La princesa no sabe quién soy —exclamó riendo pero se detuvo abruptamente—. Así que no lo sabes, eh —volvió a mirarme y sus ojos me dieron escalofríos. Tenía una inmensa sonrisa en el rostro y parecía llena de odio.

—¡Jackson! —escuché gritar a Elliot, con desesperación en la voz, y noté que el chico a su lado no lo dejaba moverse. Parecía a punto de llorar—. ¡Dakota, corre!

Di un paso atrás y, antes de que pudiese hacer algo para alejarme, el chico me tomó de la ropa y me lanzó dentro de la casa, haciéndome golpearme contra el suelo.

—¡Jackson, para! —volví a escuchar gritar a Elliot mientras Jackson se acercaba lentamente a mí—. ¡Déjalo en paz!

Me arrastré por el suelo, tratando de levantarme pero mis piernas no respondieron. Jackson vino hacia mí y, dándome a entender la gran diferencia de fuerza entre nosotros, se sentó sobre mi abdomen sin apartar la sádica sonrisa de su rostro.

—Veamos si esto te recuerda quién soy, princesita —siseó.

Con rapidez levantó el puño y lo estampó contra mi mejilla, tan fuertemente que hizo que el sabor a óxido me recorriese la boca al instante y me nubló la vista. Tosí, escupiendo sangre en el suelo, mientras escuchaba una risa glutural sobre mí.

Sentí el color irse de mi rostro al verlo; la forma en que Jackson reía con sus ojos brillando de una manera tan aterradora me hizo temblar.

¿De qué era capaz este tipo?

—Había olvidado lo mucho que me gustaba ver esa expresión en tu rostro —exclamó eufórico y volvió a golpearme, haciéndome soltar un quejido—. ¡Me encanta ese dolor en tus ojos! —llevó una de sus manos a mi cuello y apretó, ahogándome—. ¡Vamos, princesa, muéstrame más!

Intenté respirar, sin lograrlo, y traté de apartar sus manos con todas mis fuerzas pero él era mucho más fuerte que yo.

Comencé realmente a temer por mi vida.

Mi vista comenzó a nublarse y sentía como si estuviesen apretando mis pulmones con fuerza.

—¡Maldito infeliz!

Sentí la mano apartarse de mi cuello, enviando una ráfaga de aire a mi cuerpo de nuevo. Me encorvé sobre mi mismo y tosí, respirando rápidamente, intentando apartar el mareo que sentía.

Una persona se puso de espaldas a mí protectoramente y, al ver el cabello rojo supe que era Elliot. Mis ojos se llenaron de lágrimas y tomé la tela de su camiseta entre mis dedos, apretándola con fuerza, sintiendo mis mejillas humedecerse.

Amnesia [gay/yaoi]Where stories live. Discover now