73. Un encargo especial.

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                                                                             73. Un encargo especial.

¿Entonces qué vas a querer para tu cumpleaños? Y lo siento por tu hermano, pero a él no pienso comprarle una mierda, un jodido bozal en caso de que me diese la vena santa.—Habló Luke mientras me acariciaba el pelo puesto que tenía mi cabeza sobre su regazo mientras le daba un repaso al libro de filosofía.

—¿Cómo sabes que mi cumpleaños es dentro de poco?—Quise saber apartando mis ojos de la lectura para mirarle a él.

—13 de febrero para ser exactos, una semana y tendrás diecisiete.—Respondió orgulloso de saber la fecha con exactitud y fruncí el ceño.

—Repito, ¿cómo puede ser que lo sepas? Ni siquiera me lo has preguntado a mí.

—Tengo otros métodos, ángel, no eres mi única fuente de información.

—¿Sólo soy para ti una fuente de información?—Fingí estar ofendida mientras me incorporaba en el sofá.

—Oh, pero eres una fuente de información preciosa.—Me siguió la broma y le golpeé el hombro mientras reía.—Ahora, confiesa, ¿qué quieres para tu cumpleaños?—Me abracé a su cuello, pegando nuestras frentes y moví mi cara llevando a cabo un beso de esquimal cuando nuestras narices se rozaron.

—Nada, quiero que sea un día tranquilo, ¿está bien? Saldremos a cenar algo, iremos a la discoteca y volveremos a casa, nada de jaleos.

—Claro.—Respondió sin mirarme a los ojos y me separé de él.

—Luke Hemmings, lo digo en serio, quiero algo tranquilo, es entre semana y al día siguiente tengo que entregar un trabajo del libro de Orgullo y Prejuicio, no puedo malgastar el tiempo.

—Eres muy aburrida, ¿sabías?—Se quejó mientras bufaba y reí, empujando su hombro con el mío.

—Bueno, soy la preciosa y aburrida fuente de información.

—Oh, en cuanto a eso... Lo de preciosa no lo decía en serio, pero me gusta hacer feliz a la gente aunque que sea con una mentira tan grande como esta...—Bromeó y golpeé su pecho riendo, agarró mi brazo y me atrajo a su pecho.—Dame un beso, anda.

                                                                        (...)

Llegué a casa de Travis tras haber ido caminando hasta allí, mi hermano había salido de casa corriendo sin siquiera avisar y sabía que, fuera lo que fuese, iría al apartamento de Travis. Quité la capucha de mi cabeza cuando el propietario de aquel piso abrió la puerta y observé como estaba poniéndose una sudadera sobre su torso desnudo justo en ese mismo momento y me dio tiempo a ver parte de un código de barras tatuado en la pelvis mientras que la otra parte estaba oculta bajo el pantalón vaquero.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó Travis frunciendo el ceño mientras se echaba a un lado dejándome pasar, y observé a mi hermano que daba vueltas en el salón.

—Cuando vi salir de esa manera a Ashton sabía que algo pasaba, ¿a dónde vais?—Quise saber mientras les analizaba a ambos.

—Un encargo.—Respondió Ashton mientras Travis cogía su cartera y ambos caminaban hacia la puerta.—No tardaremos, quédate aquí.

—¿Un encargo los dos? ¿De qué va todo esto?

—Luego te contamos, Mickie, solo quédate aquí.—Repitió mi hermano y me crucé de brazos.

—De ninguna manera.—Protesté caminando junto a ellos y Travis frenó antes de salir por la puerta, haciendo que me chocase contra su dura espalda.

Rebeldía (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora