29. Anónimo.

226K 8K 1.2K
                                    

                                                                           29. Anónimo.

¿Sabes? Estoy cansada de aguantar todas tus mierdas, Hemmings... —comencé a decir puesto que él seguía en la misma posición que le había dejado después de que mi mano hiciese fricción con su mejilla—. Estoy... más que harta, y tú eres un maldito gilipollas que... —seguía hablando puesto que no respondía y entonces, su cara giró para mirarme con furia y estampar sus labios contra los míos con agresividad y pasión. Me removí entre sus brazos que habían vuelto a mi cintura, golpeé su pecho mientras él intentaba que le siguiese el ritmo a sus labios y, entonces, presa de la ira, mordí fuertemente su labio inferior queriendo apartarle, queriendo hacerle daño, pero lo único que conseguí fue un gruñido por su parte y que agarrase mi cintura más fuerte elevándola obligándome a cruzar mis piernas alrededor de su cintura y a rendirme finalmente a él. Así era lo que teníamos Luke y yo, arrollador, agresivo, problemático, pero satisfactorio al fin y al cabo. Sus labios seguían fundiéndose en los míos y su lengua entró en mi boca justo cuando le di la oportunidad sacándonos un gemido a ambos. Mis manos agarraban sus hombros con fuerza intentando buscar un poco de apoyo o soporte mientras que él seguía devorándome.

—No... no podemos simplemente acabar así todas las discusiones —susurré con mi ritmo cardíaco por las nubes mientras él acariciaba mi cuello con sus labios. Y es que siempre terminábamos arreglándolo todo con los besos porque evitábamos a toda costa hablar de lo que estaba pasando entre nosotros, y preferíamos hacer como si las cosas no se nos fuesen de las manos.

—Sí, si podemos —afirmó mordiendo suavemente la piel de mi clavícula, sacándome un jadeo ahogado por sus labios nuevamente sobre los míos. Sus manos bajaron a mi parte baja mientras sentí como él apretó sus caderas junto las mías, pegándome más a la pared y ambos gemimos. Era raro, pero raramente excitante.

—Luke... Tienes que parar —dije con mi voz acelerada cuando separó sus labios de los míos pegando su frente a la mía. Gris contra azul. Sus ojos azules se habían tornado más oscuros por la lujuria y, mientras me encontraba examinando cada rasgo serio de su rostro y esperaba una respuesta, volvió a la fricción que había hecho minutos atrás volviendo a gemir, ambos. Cerré los ojos mientras escuchaba mi respiración acelerada junto con la de Luke que había vuelto a bajar a mi cuello y se encontraba besándolo. Mis manos agarraron el pelo de su nuca tirando de él, algo que pareció demostrarle a Luke el placer que me estaba brindando pues siguió con su tarea con más presión.

—Hueles tan jodidamente bien —susurró separándose de mi cuello y rozando su nariz contra esta provocando que un escalofrío me recorriese—. Mm, vainilla —ronroneó adivinando mi colonia y sus ojos volvieron a encontrarse con los míos pero por poco tiempo porque esta vez fui yo quién le besó notando como sonreía ante aquel gesto y volvió a empujar contra mí, más gemidos cayeron de nuestros labios y, entonces, se separó—. Creo... creo que deberíamos parar porque luego no podré —murmuró con la voz entrecortada y le miré, observando como su pecho subía y bajaba rápidamente y sus labios se encontraban rojos e irritados. No quise imaginarme mi aspecto en ese momento—. Estás tan sexy excitada —pronunció como si hubiese leído mi pensamiento, quería negar aquello, decirle que no me había excitado pero no quería dañar su orgullo y que me demostrase que él decía la verdad.

—Cierra la boca —mascullé cuando él me bajó lentamente al suelo y rió roncamente cuando me tambaleé un poco cuando se separó de mí.

—¿Esto significa que estamos bien?

—Esto significa que vuelves a hacerme algo como lo de este fin de semana y se acabó, no voy a aguantar una más, ¿está bien? —advertí seria mientras me colocaba la ropa puesto que se me había revuelto un poco ante lo que acababa de pasar, Luke me miró durante unos segundos.

Rebeldía (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora