Día 86

528 46 23
                                    

Ir al colegio nunca me emociono tanto como hoy. Veré a Martinus, parece que paso una eternidad desde la última vez que lo vi.

Me sentía feliz como antes. Lo perdonaría hoy, ya no puedo estar separada de él y menos por un mal entendido. Martinus nunca me mentiría. Quiero pensar que todo fue una trampa creada por esa idiota de Federica.

Llegué temprano, sólo vi pocos estudiantes pero era normal a esta hora. Martinus debería llegar dentro de diez minutos. Tendría tiempo para arreglarme, no quería estar desarreglada.

Sonreír al verlo, no me lo esperaba pero él ya estaba sentando esperándome en el salón. No pensé verlo a esa hora.

-Martinus- dije poco audible.  Quedé paralizada como si fuera la primera vez que lo viera. No sabía muy bien que hacer.

Él se levantó de su asiento con una gran sonrisa y un gran brillo en sus ojos, reaccionó y corrió hacia mi. Yo también me acerqué para abrazarlo, era lo que más quería en la vida, sentirlo junto a mi.

-Perdóname, fui una estúpida- susurré mientras estábamos abrazados.

Se sentía tan bien, tenía miedo de no volver a sentirlo junto a mi otra vez.

-Tranquila, no tengo nada que perdonarte- Acaricio mi mejilla derecha juntando nuestros labios los cuales encajaban perfectamente con el otro. A pesar de que mis lagrimas caían no era de tristeza, me sentía la persona más feliz de todas.

-Te amo- dijo sacando algo de su bolsillo.

-Yo igual te amo y mucho más que ayer.

-Cierra los ojos un momento.

Lo hice con toda tranquilidad, sería una sorpresa seguramente como un beso robado o tal vez una rosa. Sentí algo rozar mi cuello, tal vez me equivoqué.

-Puede abrirlos- dijo. Los abrí despacio para encontrarme con un Martinus sonriendo frente a mi.

Consentre mi mirada en mi cuello y vi un lindo collar que tenía una M. No lo entendí al principio hasta que vi que él tenía uno igual pero con la inicial de mi nombre.

-¿Y esto?- pregunte. No era que me molestaba pero no era ninguna fecha especial.

-Espero que no te moleste.

-Claro que no sólo quería saber porque.

-Quería tener un detalle contigo como tú lo hiciste conmigo antes.

-Me encanta pero no debiste molestarte.

-No lo hice sólo quería que los tengamos.

-Te amo Martinus, no te dejaré esta vez.

-Tampoco te dejaría que lo hagas. Investigue desde que te fuiste, se donde trabajas y que duermes allí.

-Ya me parecía raro lo de ayer.

-Lo siento- rasco su cabeza y sacó su lengua como un niño.

Sin que nos diéramos cuenta habían llegado muchos más estudiantes que nos estaban grabando.

-¿Qué es esto?- gritó la profesora. Llegó de pronto, Martinus quito sus manos de mi cintura y yo de su cuello. Ella odiaba ver a parejas en el colegio. -Todos sientensen que la clase empezará- nunca fue una maestra agradable pero enseñaba bien.

Todas las demás horas pasamos sonriendonos el uno al otro, era mágico. No podía creerlo. Las clases terminaron y era hora de despedirse.

-Te veré mañana amor- dije y lo besé.

-¿Cómo? Pensé que volverías a casa conmigo, como antes. Te extraño- me abrazó muy fuerte como si no quisiera dejarme ir.

-Creo que necesito un poco más de tiempo, no es por ti solo que quiero un poco más de tiempo conmigo misma.

-Entiendo- inclinó su mirada, sabía que estaba triste pero tenía que hacerlo. -Solo espero que regreses pront, mi vida es aburrida sin ti- agregó con una sonrisa sutil.

-Te acompañare- dijo tomando mi mano. No me negué y empezamos a caminar, no decíamos nada pero tampoco era incómodo.

-Bueno aquí nos despedimos- dije cuando ya estábamos frente al restaurante.

-Solo iré al baño ¿me lo muestras? No sé en donde está.

-Acompañame- su cara era extraña pero no le di importancia. -Es aquí- abrí la puerta para que pudiera pasar y yo dirigirme a trabajar.

-Espera- sujetó mi brazo antes de que pudiera decir algo ya estábamos dentro.

-¿Martinus?- dije confundida.

Cerró lo puerta y empezó a besarme hasta bajar a mi cuello, no podía negar que se sentía aún mejor que la última vez.

-Te amo, te amo tanto. No queir estar separado de ti un segundo más- susurraba mientra me besaba.
Su cuerpo y el mío casa vez querían estar más cerca cada vez. Lo besaba como si no hubiera un mañana, no quería que esto terminará.

-Yo también te amo- dije mientras le quitaba su camiseta.

No decíamos nada, nuestros cuerpos hablaban por si solos. Se necesitaban urgentemente.

-¿Pueden abrir la puerta? Yo si necesito ir al baño- esa voz, Sergio.

Me detuve y Martinus igual poniéndose su camiseta de nuevo y yo arreglando mi cabello, tratábamos de que nuestra respiración vuelva a la normalidad.

-Espera un momento- grite al tonto chico que estaba del otro lado de la puerta.

Los dos la abrimos despacio y lo encontramos cruzado de brazos.

-Te veo luego- fue lo unico que pudo decir Martinus antes de darme un beso y marcharse.

No dije nada, sólo mire a Sergio un poco incómoda y sin saber que hacer.

-Parece que ya volvieron pero no aqui- dijo señalando el baño.

Reí ante eso. -Estábamos por llegar al mejor momento y lo arruinaste-

-Ese era mi plan, ahora ve a trabajar pero antes tengo una pregunta.

-Te odio, dime rápido.

-¿Lo han hecho en el colegio?

No Pero seria una buena idea. Solo sonreí y lo dejé con la duda.

-¿Eso es un si o un no?- gritó.


30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)Where stories live. Discover now