Día 84

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Desperté demasiado triste porque al voltear en mi cama vi el espacio vacío que dejó ______. Esta vez no necesite que alguien me despierte porque no pude dormir bien del todo.

Tomé lo primero que encontré y fui a prepararme algo para desayunar. No tenía ganas de ir al colegio pero tenía una posibilidad de poder verla.

Sus cosas estaban como las había dejado, no quise moverlas de ese lugar pero tome los libros y cuadernos para tener lista su mochila, tendría que venir tarde o temprano. Esperé un poco más pero no sirvió de nada. Llegaría tarde por hacerlo así que tomé mis cosas para ir lo más rápido que pudiera. Llevaría su mochila igual para dársela en el salon.

Abrí la puerta para salir corriendo pero la encontré tratando de tocar la puerta, parecía que no lo podía hacer porque al verme se puso nerviosa y sorprendida.

Me miró, estaba confundida al verme con su mochila igual. No se que pensaría en ese momento pero se veía diferente, su mirada hacia mi ya no era la misma. No podía explicarlo.

-Te extrañé- dije tembloroso dando un paso para quedar a unos centímetros de ella pero retrocedió.

-Eres un cínico. No quiero hablar más contigo sólo vine a ver mis cosas.

Su tono era tan frío que me partía en dos. No era el momento para decirle la verdad, tenía miedo de que se vaya otra vez.

-Te lo voy a explicar después pero ahora pasa, está es tu casa.

-No lo es, nunca lo fue y nunca lo será. No hagas esto más difícil.

Camino y se dirigió a la habitación, noté que estaba nerviosa pero no se lo recalque. Estaba dolida y no la culpó pero no tuve la culpa. En ese momento sólo quería abrazarla y besarla.

Escuché que se empezó a bañar. Quize hacerle un lindo detalle y preparé un desayuno para ella muy rápido antes de que bajara.

A este punto ya no tenía caso ir al colegio. Ya habían pasado cinco minutos desde que empezó la primera clase.

La esperé sentado, no tenía prisa. Ella ya estaba conmigo y eso me tranquilizaba. Sólo tenía que explicarle todo para que volvamos a ser como antes.

La miré bajar por las escaleras. Se había cambiado de ropa y peinado, era hermosa. Me levanté de golpe sin darme cuenta hasta cuando ella me miró molesta.

-Te preparé el desayuno- le señalé donde estaba pero me ignoró por completo. Tomó su mochila y se dirigió a la puerta.

¿Estaba pensando en dejarme con el desayuno preparado?. Otra vez todos esos sentimientos de melancolía volvían a mi.

-¿A dónde vas? Pensé que te quedarías.

Caminé hacia ella para detenerla. No quería perderla de nuevo.

-No quiero faltar al colegio, deberías hacer lo mismo o tal vez tu no lo necesitas.

-Pero estamos tarde, no podremos entrar.

-Aun así iré, si tú no vas no me importa. Adiós, se me hace tarde.

Era tan cortante, nunca la había visto así. Me lastimaba mucho.

-Entonces yo también  iré. Espera sólo tomo mi mochila.

Corrí por la mochila pero ella no se detuvo. No fue nada difícil alcanzarla.

-Ahora si vamos- de pronto tomé su mano para empezar a correr.

-¿Qué haces? Sueltame- gritaba tratando de zafarse de mi pero no la deje y seguimos corriendo. No la volvería a dejar.

30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)Where stories live. Discover now