Día 78

620 51 24
                                    

Empezó a sonar la alarma, debíamos ir al colegio.

-Martinus despierta.

Pensé que sólo tendríamos una siesta pero parece que ya es lunes. Al ver que no se despertaba fui a bañarme pero cuando me levante me dolía todo, el pago de lo sucedio ayer...
Salí de bañarme y Martinus seguía durmiendo.

-Oye tonto ya levantate- grité. Es muy difícil despertar a Martinus.

-Estoy cansado mejor no vayamos hoy- dijo acostado en la cama sin abrir los ojos.

-No seas tonto y muévete que todo esto es por tu culpa.

-No creo que te negaste ayer- su sonrisa siempre me hacía quitar mi enojo. Es muy inmaduro casi siempre.

-Eres un idiota ¿lo sabías?

Fui a prepararnos algo para desayunar porque íbamos a llegar tarde.

-¡Pero soy tu idiota amor!- gritó Martinus desde la habitación. Eso era verdad.

No tardo en bajar porque no se baño, nunca le gusta bañarse, es un cerdo.

- Martinus debes bañarte.

-No me gusta- y puso la cara que sigificaba que diría algo pervertido -Pero si te bañaras conmigo lo haría todos los dias- lo sabía, estoy empezando a conocer ese lado de Martinus.

-Come rápido que llegaremos tarde- sólo reír al escucharlo. No era una mala idea después de todo.

Llegamos al colegio pero no encontramos a nadie fuera. Hoy si nos atrasamos pensé.

-¿Lo ves? Esta vez si llegamos tarde- me desespere, no quería un sermón. -¿Qué haces? Muévete- Martinus está muy tranquilo y eso me molestaba más. Tomé su mano y empecé a correr para llegar al salón.

-Esto es una señal- dijo alzando sus manos apuntando al cielo. -Debemos regresar a casa y hacer cositas- su cara de pervertido apareció de nuevo.

-No es momento Martinus.

Estábamos frente a la puerta y el miedo recorría cada centímetro de m cuerpo.

-Tocó y tu hablas ¿ok?- dijo Martinus.

-Ya que- este era el peor momento, él licenciado que estaba dentro era un gruñón.

La puerta se abrió y todos pusieron si atención en nosotros. Gracias compañeros.

-Estan diez minutos tarde. ¿Qué escusa van a darme?- ni podía mirarle a los ojos, era un ogro.

-Nos quedamos dormidos, lo sentimos. No volverá a pasar.

-Debieron haber estado cojiendo a mi no me engañan- dijo Dustin, era alguien demasiado sucio. Todos decían que no hacia nada más que ver porno.

-Compórtense y los demás igual- dijo el tonto del profesor porque todos empezaron a gritar.

Miré a Martinus y se estaba riendo ¿en serio? Yo sólo quería sentarme y que se callen.

-Quiero continuar la clase así que pasen rápido- todos me examinaban y a Martinus igual.

Fuimos a nuestros lugares y Martinus ya no aguantaba la risa. Soy muy fácil de contagiar así que yo también empecé a reirme como loca.

-Martinus porfavor para que nos van a castigar.

-Perdón pero me pareció muy gracioso lo que dijo Dustin ¿cómo lo supo? Tal vez nos vigilaba y nos vio, tal vez tenga un vídeo. Se lo pediré- Martinus era muy extraño algunas veces.

-Eres un tonto, no necesitas esos vídeos. No sé para que lo querías.

-Para mirarnos a los dos- miró como me estaba poniendo y dejó de reír un poco -Es broma amor-

-Si como no.- miré al pizzaron y el profesor nos miraba enojado.

-Los dos salgan de mi clase no los quiero ver ni escuchar- dijo escuchar? Espero que no haya escuchado todo.

Martinus tomó sus cosas y de levantó. No pensé que lo dijera en serio pero también tomé mis cosas y salimos al patio.

-Sabía que no debíamos venir hoy- dijo Martinus riendo.

-Pero si fue por tu culpa- teníamos que esperar a que termine la hora para ir a la siguiente así que podíamos bromear un poco.

-Dime que no quieres besarme ahora- se junto más a mi abrazandome, susurrando en mi oreja. Sabía como hacer que me erize.

-¿Porqué no podría hacerlo?- dos podemos jugar ese juego.

Quize besarlo pero el se alejó ¿qué? Tomó mi mano y empezamos a caminar. No sabía a donde íbamos.

-¿Martinus puedes decirme a donde vamos?- estaba un poco nerviosa. Estábamos en el colegio no en la casa.

-Quieres besarme ¿no es así?

Ya vi a donde nos dirigimos, al baño de los chicos. No lo podía creer.

-Nunca pensé hacer esto- Martinus miró si no había nadie para poder entrar. Fuimos al del final y le puso el seguro.

-Pod...- antes de decir algo Martinus empezó a besarme muy apasionadamente como si no lo hubiera hecho está mañana.
Bajo hasta mi cuello, siempre me daba cosquillas cuando lo hacía. Trababa de no hacer ruido pero era inevitable de vez en cuando.

-Debemos parar amor te imaginas si alguen nos encuentra aqui- lo disfrutaba pero tenía miedo.

-No me puedo contener cuando estás junto a mi- sus besos me derretian pero necesitábamos parar. Sentia su erección.

-Tenemos toda la tarde- lo separé y abrí la puerta para salir, no quería que tuviéramos problemas.

-Te amo- tomó mi cintura y me tomo para atrás, junto a él. Quería que pierda mi compostura y lo estaba logrando. Su respiración estaba agitada. Me aparte y salí dejándolo atrás.
Toco el timbre para el cambio de profesor. Corrí porque no quería llegar tarde.
Entramos de nuevo al salón y todos volvieron a mirarnos.

-Amiga creo que debes peinarte ¿Te agitó demaciado?- Dustin no paraba de molestar pero tenía razón. Mi cabello estaba alborotado y yo no me habia dado cuenta.

Creo que no debíamos venir hoy. La próxima vez le haré caso a Martinus.

-Si algunas veces se me pasa la mano por eso tratamos de sólo hacerlo en la noche- dijo Martinus detrás de mi agarrandome de la cintura. Todos empezaron a gritar, buenos los hombres porque las mujeres se veía molestas.

-Martinus no debes decirlo- me sentía muy avergonzada.

-No te sientas mal cariño. Tal vez algunos  nos podamos unir y formar una urgia- ahora también empezó a molestar Patricio. Maldición.

-¿Qué dijiste imbécil?- Martinus se enojo al escucharlo pero lo detuve. La profesora llegó y fue mi salvación porque todos se fueron a sentar.

-Martinus no quiero que tengas problemas así que olvidalo.

-Lo haré por ti pero me molesta mucho la actitud de esos tontos.

-Pero tú eres el único que puede tenerme- ahora era yo la pervertida.

-¿Hoy también lo haremos?

-No lo sé.

Toda las clases pasábamos hablado de eso, creo que necesitamos ayuda. Terminaron las clases y fuimos a casa.

-Estaba pensando que hoy podíamos comer pizza y terminar de ver Flash. No quiero romperte... aún no- al escucharlo no sabía se sentirme feliz o mal ¿hablaba en serio?

-Me parece bien... mirar Flash y la pizza no lo último.

Pensé que no ibamos a volver a ver Flash por lo que sucedio ayer pero parece que ya lo olvido. Toda la tarde lo estuvimos viendo acostados. Martinus no tenía camiseta porque decía que tenía "calor" era una pésima excusa pero me gustaba tener mis manos sobre él.

Al diablo las tareas. Mañana madrugariamos a pedírselo a alguien.

30 días junto a Martinus (Marcus Y Martinus)(Marcus And Martinus)Where stories live. Discover now