Capítulo 54

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Aunque vengan mil, te seguiré eligiendo a ti.

Creo que me desmayaré en cuestión de segundos.

Sé que a veces digo que no me gustan las personas cursis, que me empalagan sus cursilerías pero ahora me derrito frente a él.

Nunca nadie me ha pedido una cita y mucho menos de esta manera tan romántica.

El pulso se me acelera de manera desenfrenada y tengo miedo de morir de un infarto.

Una enorme sonrisa se dibuja en mis labios sin poder evitarlo.

-Sii! -exclamo y él sonríe abiertamente. Agarro la rosa negra que me está extendiendo.

Él se levanta y planta un tierno beso en mi mejilla.

-Hoy a las siete? -pregunta en voz baja. Asiento y vuelve a sonreír.

-Yos? -una voz chillona me desprende de los ojos de Jaden. Volteo a ver a Maqui.

-Maqui! -exclamo con una sonrisa, ella solo se frota los ojos -Porqué ya estás despierta?

Ella no me mira, sus ojos están clavados en Jaden.

-Se estaban besando? -pregunta sonriendo y despertando completamente.

Jaden se tensa a mi lado y yo doy un paso hacia ella.

-No digas estupideces, ven aquí princesa -le digo y ella corre hacia mí con sus brazos extendidos. La cargo sosteniéndola con mi cintura.

Jaden levanta una ceja.

-Cómo te llamas? -pregunta Maqui.

Él aclara su voz antes de responder.

-Jaden Syre -espeta y ella frunce el ceño.

-No vas a preguntar mi nombre?

Jaden se encoge de hombros.

-Jaden... -digo en todo de advertencia.

-Es broma -espeta y rápidamente me arrebata a Maqui de los brazos y la hace girar por los aires.

-Jaden! Jaden! -grita ella sin parar de reír.

Sonrío al verlos tan tiernos juntos.

-Sé que te llamas Maqui, preciosa -dice Jaden cuando finalmente deja de hacerla girar.

-Eres muy guapo -dice ella y yo me ruborizo.

Él se percata de eso y sonríe hacia mi dirección.

-Creo que alguien está celosa -espeta y yo lo golpeo en el hombro.

Él baja a Maqui y antes de despedirse le susurra algo al oído, ella emite una risita y se va corriendo a su habitación.

-Qué le has dicho? -pregunto levantando una ceja.

-Yo? Absolutamente nada.

Pongo los ojos en blanco y él sonríe.

Se acerca a mí para besar mis labios antes de irse pero me aparto rápidamente y lo empujo fuera de la casa.

-A las siete -espeto y le doy un leve beso en la mejilla antes de cerrar la puerta.

Ahora tendré que soportar todo el día esta sonrisa imborrable.

(...)

Solo faltan cinco minutos para las siete.

Cinco minutos!!!

Creo que tendré un ataque de ansiedad! Moriré por los nervios y al final ni siquiera iré a la cita porque estaré en la morgue.

Debo calmarme. Qué me está pasando? Yo no soy así.

MI BOSQUEWhere stories live. Discover now