Capítulo 53

1K 121 22
                                    

No podemos pretender salvar a todo el mundo del daño que les proporcionamos, a veces ellos van a estar con nosotros a pesar de todo el dolor.

Mi corazón palpitaba con mucha fuerza, mi respiración estaba agitada y las piernas me temblaban. 

La mueca de dolor que hizo ante mis palabras me ha desgarrado el corazón. No soporto verlo sufrir, y menos ser consciente de que sufre por mi culpa.

-Por lo menos sé que tu alma me anhela -espetó en un susurro.

Creo que me ruboricé porque mis mejillas empezaron a arder. 

Me parte el alma su mirada distante y la forma en la que sus puños están presionados con fuerza, su pequeño, pero visible, ceño fruncido y la manera en la que su pecho sube y baja con rapidez.

-Yo... -me he quedado sin palabras. Le acabo de confesar de alguna manera que lo amo, y que eso exactamente es lo que me destruye.

-No lo entiendes -me interrumpe antes si quiera de pensar en mis siguientes palabras -Jamás querría hacerte daño, y si eso pasa, si en verdad te hago tanto daño, lo lamento! -se agarra del cabello con exasperación -Tú cambiaste todo lo que era, ya te lo he dicho, me convertiste en alguien mejor. No entiendo... Porqué de un momento a otro simplemente te alejaste? -sus intensos ojos me suplicaban una respuesta y una punzada de dolor me atravesó al ver que ya no tenían el brillo de siempre -Acaso nunca sentiste esto? -se acercó a mí cautelosamente y al ver que no me alejaba, posó su mano sobre la mía -No sientes esa pequeña fuente de electricidad que ocasionamos? -con su otra mano me sostuvo de la nuca, acercándose más a mi rostro -Esas ganas incontrolables de querer estar mucho más cerca uno del otro? 

Su respiración me embriagaba, su tacto me estremecía y sentía que lentamente iba cayendo a sus pies.

Intenté hablar, necesitaba apartarlo de mí por su bien, pero no podía, mis manos no reaccionaban, mi cuerpo entero quedó paralizado, mi corazón gritaba para que lo bese y mi respiración se aceleraba advirtiéndome de que si seguía conteniéndome terminaría dándome un ataque respiratorio.

-Yo... -la voz me temblaba junto con todo mi cuerpo. Aún tenía sus manos en mí y me estaba volviendo loca tener sus labios tan cerca de los míos -Yo... -debo dejar de tartamudear, es que simplemente mi cerebro no reacciona -No puedo seguir fingiendo.

Hundo mis dedos en su cabello y veo como sonríe ligeramente antes fundir mis labios con los suyos.

Busco el sabor del pasado, busco el primer beso que nos dimos, busco la ternura de sus labios, pero me encuentro con algo totalmente diferente, nuevo, sus labios son suaves pero gritan que me extrañan, reclama mis labios de una manera salvaje.

Quemaríamos el infierno con nuestro propio fuego.

Él me sujeta de la cintura con fuerza y cuando ambos nos quedamos sin aire se separa ligeramente de mí y planta un tierno beso en mi nariz. Frunzo mi nariz y el ríe.

-Te extrañé -espeta.

Sentía como cada parte de su cuerpo se tensó al instante esperando una respuesta.

-No quiero volver a perderte -respondí y se relajó instantáneamente.

Sonreí ante el poder que ejercía por su cuerpo.

(...)

-Es tu novio? -la voz chillona de Maqui hizo que me desprendiera del libro que estaba leyendo.

-Porqué lo preguntas? 

Ella sonrío abiertamente logrando contagiarme su esplendorosa sonrisa.

MI BOSQUEWhere stories live. Discover now