MI BOSQUE

Capítulo 47

Se dedicó a convertir mis días en pesadillas.

Cuando me pusieron aquel paño por la boca, quedé totalmente inconsciente, sin embargo, aquellas últimas palabras siguieron retumbando en mi mente.

“No te muevas, esto es un secuestro"

Quién querría secuestrame? Y porqué?

De hecho hay una lista de los supuestos secuestradores.

Micaela, me detesta, quizás lo hizo como venganza después de haberle dado la humillación de su vida.

O quizás fue Will, ese idiota me odia por haberlo conducido a la cárcel, y además es él quien tiene contacto con la zorra de Aura.

También está Jeremy, mi padre. Sé que no ha terminado conmigo, Jaden casi lo mata y no lo he vuelto a ver. Me estará buscando?

“Ahora te tengo a ti"

Sus palabras inundan mis pensamientos y me estremezco de forma involuntaria.

Abro lentamente los ojos, librándome por fin de la droga que me hayan puesto.

La cabeza me martilla con fuerza y los ojos me arden, pero eso no me impide inspeccionar mi alrededor.

Estoy en una habitación, sola. Las paredes son grises con algunas manchas de humedad, el suelo es de cemento y no hay muebles, solo un pequeño colchón en la esquina, que es donde yo me encuentro acostada.

Intento levantarme, pero me doy cuenta que mis muñecas y mis tobillos están amarradas con grandes cuerdas sujetadas entre sí.

Forcejeo con la cuerda hasta que siento la piel magullada a causa de la fuerza que hago por liberarme.

Me apoyo por la pared y con mucho esfuerzo logro ponerme de pie.

Entonces la puerta de abre y yo me tiro al suelo instintivamente.

-Intentando escapar? -pregunta un hombre que jamás había visto en mi vida.

-Qué hago aquí? -pregunto poniendo la peor cara que tengo.

Él sonríe y cierra la puerta.

-Todo a su tiempo, cariño.

-No me llames cariño! -exclamo y no puedo evitar sentir náuseas.

Él sonríe aún más mientras recorre todo mi cuerpo con su mirada.

Bajo mis ojos hacia mi cuerpo y me sobresalto al darme cuenta que solo llevo puesta ropa interior. Alguien me ha sacado la ropa!

Se acerca a mí mientras yo sigo sentada en el colchón.

-No te me acerques!

Hace todo lo contrario. Se agacha junto a mí y con su dedo índice traza un camino desde mi hombro desnudo hasta mi muñeca.

Me dan escalofríos.

-Qué quieres? -pregunto y la voz me tiembla en la última palabra.

Me tira completamente en el colchón y se acerca a mi oído.

-A ti -contesta.

-Sal de encima de mí! -grito.

Pega todo su cuerpo al mío y siento su miembro en mi cadera.

Voy a vomitar.

Intento golpearlo pero me es imposible estando sujetada con aquellas cuerdas.

Antes de que pueda volver a gritar, pega sus labios con los míos. Sus labios saben a cigarrillos y son demasiados ásperos. Trato de voltear pero él me sujeta del rostro y me mete su lengua hasta la consciencia.