Capítulo 50

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Porqué los momentos buenos no duran tanto como los malos?

Son pocos y breves los momentos en los cuales puedo olvidarme de todo, sonreír sin un pasado que me aceche y respirar sin una opresión en mi pecho.

Eso pasó por un momento, pero terminó tan rápido que pareciera una ráfaga de luz, que desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Ayudé a Georlia a preparar la cena mientras Maqui no dejaba de parlotear incoherencias que de vez en cuando me daban gracia. Así estuvimos la mayor parte del tiempo, riendo y saboreando el exquisito pollo al horno.

Cuando había terminado la cena, acompañé a Georlia que llevaba a Maqui a su habitación. La niña ya estaba durmiendo en sus brazos.

Cuando llegamos a una puerta blanca, deduje al instante que ese era su habitación y cuando la abrió y vi una habitación completamente verde manzana, me quedé impactada y orgullosa.

“Por fin una niña que no ama el rosa"

Georlia la dejó en su minúscula cama y besó su frente antes de dejarla sola. Dejó la puerta entreabierta para que un poco de luz entrara en la habitación y seguidamente ambos nos fuimos a la sala.

Y aquí estamos. Ambos sentados en el sofá, uno adelante de otro.

-Ahora me contarás qué fue lo que pasó? -me preguntó delicadamente.

Sabía que este momento llegaría.

Jadee pero al final asentí.

-Todo pasó bastante rápido. -empecé a decir -Cuando fui consciente de los hechos, ya me encontraba en una pequeña habitación, amarrada de las muñecas y los tobillos, en ropa interior. -me estremecí al recordarlo.

Georlia abrió los ojos como platos y un destello de preocupación se filtró en sus ojos.

-Ellos... -supongo que no encontraba sus palabras -Te hicieron algo?

Bajé la mirada al recordar la forma tan brusca en la que me había tocado Benjamín el primer día.

-Sí -dije. Él se puso de pie exasperado y al instante me di cuenta que había pensado en otra cosa -Es decir, me golpearon y manosearon descaradamente. Y sí, Will intentó abusar de mí justo el día que logré escapar, no lo dejé.

Georlia se relajó notoriamente y vi como cerró sus ojos con fuerza.

-Lo siento tanto, Yoselyn.

Lo miré un segundo, embriagándome con la idea de tener un padre como él. Finalmente asentí.

-Te puedo hacer una pregunta? -dijo de repente.

Asentí nuevamente.

-Qué te hizo confiar en mí después de todo lo que pasó?

Creo que aguanté la respiración porque enseguida mi cabeza empezó a martillar.

-Yo... -debería contarle lo de mi padre? -Descubrí que no fuiste tú el culpable de aquel accidente.

Él lo dudo un instante pero finalmente asintió. Creo que se dio cuenta que este no era un tema del cual quisiera hablar en este momento y se lo agradezco por dejarlo pasar.

-Me alegro de que Maqui esté bien -espeto después de un eterno silencio.

-Yo también -sonrió con una pizca de nostalgia en sus ojos.

Debió de ser tan duro ver a una de las personas que más amas en tu vida, tendida en una camilla luchando por su vida.

Al final, Georlia me guió en una simple habitación donde podía quedarme a dormir.

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