Capítulo 44

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Y la chispa de esperanza se vuelve a extinguir.

Pensé en tantas cosas que viví en este colegio, en las amigas que hice (y ahora ya no están), en los momentos inolvidables (que sin embargo se empiezan a borrar) pero jamás, y lo digo en serio, jamás pensé que vería a Will aquí. Es más, ni siquiera sabía que había salido de la cárcel y si lo hubiese sabido jamás hubiera accedido a volver en este lugar, no con él a tan pocos pasos.

-Yoselyn! -exclama alguien a mis espaldas y me abraza.

Me sobresalto aún temblando y volteo apartando sus brazos de mí.

Me encuentro con unos ojos confusos y un cabello corto lila deslumbrante.

-Estás bien? -me pregunta preocupada.

De repente es como si mi mente por fin reaccionara, abro los ojos de la sorpresa y la estrecho en mis brazos.

-Mai! -exclamo. Tengo que contener las lágrimas que amenazan por salir -Te he extrañado tanto... Ni te lo puedes imaginar.

Ella me devuelve el abrazo y un momento después nos separamos.

-Qué ha pasado de ti? -pregunta regañándome -Desapareciste sin más! Por un momento pensé que te habías suici...

-No, no. -la reconforto con la mirada -Es una larga historia.

El timbre que indica el inicio de las clases retumba en el colegio y los alumnos empiezan a movilizarse hacia sus respectivos salones.

Volteo a mirar hacia el salón y logro distinguir el rostro de la odiosa de Micaela. Ya me había olvidado de ella. Frunzo el ceño.

-No pensarás en entrar a clases verdad? -me pregunta Mai.

Sonrió.

Tiene razón, no tengo porque entrar, por lo menos no hoy. Acabo de encontrarme con el hombre que me drogó e intentó violarme, estoy mal, es evidente que necesito despejarme.

-Te sigo -contesto con una sonrisa, ella me la devuelve y me guía hacia el baño.

Los alumnos no tardan en inundar los salones, y el patio queda totalmente vacío.

Llegamos al baño de mujeres y ella abre la puerta para que yo entre. Le agradezco antes de entrar.

Ella se sienta sobre el lavabo y me cruzo de piernas en el suelo.

-Y entonces, me contarás tu larga historia? -dice pronunciando las últimas palabras con sarcasmo.

Asiento y empiezo. Le cuento todos los detalles, hasta los sentimientos más ocultos que nunca tuve. Omito la historia de Jaden y su padre y también la horrible confesión de mi padre. Mai se limita a observarme con ojos curiosos y se sobresalta cada vez que menciono algo inesperado. Cuando termino puedo sentir como si un peso menos se me sacaran de los hombros.

-Y él te empezó a golpear sin más? -me preguntó aturdida.

Me encogí de hombros y asentí.

-Es un degenerado! Maldito, idiota!

Suspiro estando de acuerdo con sus palabras.

-Sin embargo -continua más calmada -Tú y ese Jaden... -levanta y baja sus cejas de forma provocativa.

-Se puede decir que sí -respondo sonriendo.

Ella da palmadas de emoción pero se queda a mitad de sus pensamientos y me observa de una manera extraña. Ésta es bipolar.

-Ustedes... Es decir, se ha metido entre tus piernas?

Su pregunta me sobresaltó y me levante de un brinco del suelo.

MI BOSQUEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora