MI BOSQUE

Capítulo 35

Y será que vale la pena recordar?

El recuerdo es lo único que permanece con nosotros, aún cuando las personas se hayan marchado. Aún cuando el momento haya acabado. Aún cuando las fotografías se hayan perdido.

Pero valdrá la pena recordar por siempre aquellos momentos miserables y desgarradores de nuestra vida? Si me dieran la opción de olvidar aquellos momentos, lo aceptaría? Es decir, quién quisiera recordar por siempre los peores momentos de su vida?

Creía que olvidar era malo, pero resulta que recordar es mucho peor.

Las voces en mi cabeza siempre han estado allí. Los auto-insultos también, y como olvidar la constante depresión a la que me sometía, los cortes, la sangre y ese deseo continuo de acabar con el dolor, dormir y no volver a despertar.

Lo recuerdo y quisiera volver a olvidar esos momentos en los que discutía con papá, cuando Will intentó acostarse conmigo, cuando Jaden besó a esa perra, cuando papá se cruzó de brazos esperando a que me llevaran al manicomio... Y cuando Jaden fue su cómplice.

-Yos, respóndeme, por favor -escucho a Jaden suplicar.

Con esas palabras me despego de mis pensamientos y me concentro en él.

Enarco una ceja.

-Qué es lo que recuerdas exactamente? -pregunta.

Lo miro a los ojos, a esos intensos ojos verdes en los cuales me perdía, pero nunca quise aceptar. Ahora me siento confundida, como si debiera alejarme de él, como si debiera correr en dirección contraria a la suya.

-Yos... -insiste.

-Quiero estar sola. -es todo lo que digo.

Veo como su rostro se retuerce abatido y sus ojos se llenan de tristeza.

-Pero... -agacha la mirada -Solo dime lo que sucede... Yo... Podría ayudar?

Niego con la cabeza y él se levanta.

-Está bien. -clava sus ojos en los míos -Solo di mi nombre y estaré aquí en un segundo.

Ni siquiera asiento, solo me limito a respirar. 

Él suspira y se marcha.

Los recuerdos siguen tan latentes en mi cabeza, como si acabaran de insertar un disco en mi cerebro. 

Estoy tan confundida. Jaden prácticamente ayudó a que me metieran en ese lugar, pero luego me prometió que me sacaría de allí, y lo hizo. Sin embargo, tampoco puedo olvidar el beso frente a mis propios ojos, aquel beso tan intenso que le dio a Aura. 

De solo pensarlo me hierve la sangre.

Necesito mis cuchillas para calmarme.

No puedo creer que esté pensando en esto de nuevo. Las lágrimas se juntan en las esquinas de mis ojos y tras solo un parpadeo corren por mis rosáceas mejillas.

-Si solo pudiera cambiar todo esto... 

Lo que recuerdo perfectamente pero menos quiero recordar es la muerte de aquella dulce mujer. De aquella que siempre estuvo conmigo, que me aconsejó en el trascurso de mi corta vida y me amó con cada parte de su alma.

Flexiono mis piernas y sollozo entre mis rodillas.

Esto es demasiado. Si solo muriera... me ahorraría todo esto. Todo el dolor que siento, toda la decepción y la confusión.

-Tranquila, cariño -oigo una voz femenina que me acaricia el cabello con ternura.

No hay otra persona que hable de esa manera, solo ella.