13. Cumpleaños de Louis (Tony)

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El sábado había llegado rápido. Lily, Melisa y yo nos habíamos arreglado en una hora (en realidad, yo en media, no me había hecho gran cosa). Cuando llegamos a la casa de Liz, el lugar estaba atestado de gente. ¿Serían todos de la escuela?

Entramos como pudimos, había muchos llendo de un lugar a otro como locos y mucha prisa, aún haciendo preparativos de última hora. Liz estaba por allá, diciéndole a un chico que el letrero de no subir debería estar en el primer escalón. Lucía un hermoso vestido strapless rojo por arriba de las rodillas, se ajustaba muy bien a su cuerpo. ¡Que digo bien, perfectamente! Me sentí fea con mi blusa sin mangas y escote estilo hatler y jeans un poco rotos por el muslo. Lily y Melisa habían sabido vestirse mejor. 

Busqué a mi alrededor pero no vi a Seth en ninguna parte. Tal vez no había ido, tal y como dijo. 

Mis amigas y yo estábamos sirviéndonos un poco de refresco cuando un chico llegó alarmado a la casa y comenzó a gritar:

-¡YA VIENE, TODOS A SUS PUESTOS!

Todo el mundo comenzó a correr hacia todos los escondites posibles. Liz se escondió debajo de las escaleras, otros muchos en el baño, otros detrás de los sillones, en una pared, camuflándose. Melisa, Lily y yo nos pusimos detrás de mesa. El chico apagó las luces y todo estuvo en silencio. Se escuchó el manipular de la chapa y unas voces ahogadas.

-¡Hombre, te digo que estaban buenos esos tacos! ¿No crees, Seth? -¿Ese era Humberto?

-Sí -reconocí la voz de Seth.

-Como sea, sólo debo entregarle esto a Liz y nos largamos- ese era Jamie. 

-¿Podrías apurarte? Está fresco aquí fuera -me pareció escuchar a Mario.

-Qué desesperado. James, ya sabe cuál es la llave, ¿verdad? -preguntó nuevamente Humberto.

-Eh... creo que es esta -dijo Jamie.

-Esto no es posible -susurró Mario.

-Déjame hacerlo -se ofreció Seth.

-¡A un lado, idiota, yo sé cómo hacerlo! -replicó Jamie.

-Chicos, por favor. No discutan -escuché por primera vez la voz de Louis. Nuevamente, cuestioné por qué tanto odio de Jamie hacia Seth.

Se escuchó la puerta abrirse y los chicos entrar. 

-¿Soy yo o está todo oscuro? -preguntó Louis. Repentinamente, las luces se prendieron y todos saltamos de nuestros lugares gritando SORPRESA. Algunos gritaron eufóricos, otros soltaron en el aire bolsas llenas de pepelitos de colores. Todo se puso muy animado y admito que me sentí muy cómoda en ese ambiente.

Todos aplaudimos mientras veíamos a Louis totalmente sorprendido y conmocionado. Nos miró a todos y les dirigió una rápida mirada a sus amigos. Todos le sonreían, incluso Seth, que me pareció que sostenía la sonrisa más sincera que le había visto. 

Liz se le plantó a Louis en frente y ambos se fundieron en un abrazo. 

-¡Felicidades, Tony! -gritó Liz. Louis agradeció. 

-Realmente no creí que fueran a hacer esto. 

Seth se encogió de hombros con una sonrisa. Sus ojos encontraron los míos y le devolví una sonrisa. Sentí que todo esto, de algún modo, lo ponía de buen humor. 

-¡QUE SUENE LA MÚSICA! -gritó alguien y eso fue lo que pasó. El lugar comenzó a retumbar gracias al volumen de la música pero nadie se veía afectado por ello. Mundo y medio se puso a bailar como si el mundo se fuera a terminar. Liz sacó a Louis y a Jamie a bailar. Otras chicas fueron por Humberto y Mario para bailar en la sala. 

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