27. A ti no te voy a soltar

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Petete, ¡felíz día de los inocentes! :V Me morí de risa leyendo sus comentarios, y hubo chicas que sí supieron que era por el 28 (En México es el 28) 7u7 Fue una broma tal vez un poco pesada, pero tenía que hacer algo ya que a mi familia no le hice nada :'D Oh, bueno, falta mucho para que termine (o eso calculo) y era obvio que no podía dejarla ahí, ¡en algo tan importante y tantos cabos sueltos! En fin :') Me dieron su apoyo quienes creyeron que realmente lo dejaría por mis problemas y se los agredezco mucho. Que sepan que aunque tuviera problemas, no dejaría de escribir (tal vez me tardaría mucho en actualizar pero no lo dejaría), es algo que amo y disfruto mucho, no lo dejaría por nada. 

Con amor y pandas, Sirum.

***

-Mami, no te vayas. 

-Cariño, me están llamando, no podemos hacer nada.

-¡Sí, mami! ¡Lucha, tú eres muy fuerte! 

-Mi amor, acércate. Ven. Hay batallas, mi niña, que no podemos ganar. Prométeme algo, mi amor. Cuida a tu papi y a Tyler por mí. Yo los cuidaré a los tres desde donde esté. Está bien que llores, mi amor, llora, pero quiero que sonrías de ahora en adelante, ¿sí? La sonrisa más bonita que tengas. Esa mera. Esa es la que quiero ver. Tyler, tú también, mi amor. Quiero verlos sonreír.

Los gritos de Seth se escucharon por todo el pasillo, su voz ronca me paralizó, sus sollozos combinados con quejidos. Le dio un codazo a su padre y corrió a lado de su madre, se arodilló junto a ella y tomó su mano y la sostuvo frente a él, abrazándola y dejando caer las lágrimas en la sábana blanca. 

Me dolió verlo así, algo se rompió dentro de mí, como un cristal que se calló accidentalmente. 

El cuerpo de la madre de Seth yacía como dormida, soñando profundamente, su belleza expandiéndosa por la almohada y las sábanas, pero era obvio que no tenía intenciones de despertar. El señor McFare caminó lento hasta su hijo, también llorando, y le puso una mano en el hombro. Seth, conmosionado y sin ocultar nada de lo que sentía, apartó la mano de su padre de un manotazo y le lanzó una mirada llena de rencor; rencor por dar la autorización de desconcetar a su madre en una alegre noche como esa. Y aunque hubiera sido cualquier noche, lo habría mirado igual.

La reacción de Seth me hizo pensar que había tenido esperanzas, no las había perdido, había confiado plenamente en que su madre despertaría, por lo tanto no se preparó mentalmente para lo peor. Gran error. Pero no podía culparlo, yo había hecho lo mismo hasta el día de la muerte de mi madre. Siempre tuve esperanzas. Hasta que falleció. Se evaporaron como aves volando lejos de la jaula.

Y es que en el fondo sabía que eso sucedería, pero me había obligado a mí misma a mantener las esperanzas hasta que se demostrara lo contrario.

Y así fue.

El doctor extendió la sábana para tapar el rostro descubierto de su madre. Imaginé que Seth lo apartaría pero no lo hizo, lloró en el estómago de ella, en cambio. El doctor entendió que necesitaba tiempo para calmarse y antes de retirarse, le dio el tiempo de muerte a una de las dos enfermeras, le dijo algo en voz baja al padre de Seth (Debemos retirar el cuerpo en quince minutos) y le dio un apretón al hombro de Seth, que se convulsionaba con violencia. 

Entendí que necesitaban privacidad y dejé que el padre de Seth cerrara la puerta para llorar la muerte de su esposa junto con su hijo. Dejé las maletas ahí, delante de la habitación, y les indiqué con un movimiento corto de cabeza a los demás que esperaramos. 

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