Epílogo

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Nicole POV:

Hoy era el segundo día de clases, y mi ánimo se encontraba por los suelos.

Primeramente, hace una semana no se absolutamente nada de Lauren, Lautaro, Daniela o siquiera de Fede.

Todo habían dejado de escribirme e incluso de responder mis mensajes.

Sabia que el olvido era inevitable, pero ¿tan rápido?

Ademas, al ser nueva no conocía absolutamente a nadie en esta clase, ni siquiera en la escuela. Así que por ende, estaba sentada al fondo del aula, con dos asientos vacíos a cada uno de mis lados.

El profesor de Filosofía estaba hablando, pero no prestaba atención. Extrañaba a Fede. Extrañaba a mi todo. ¿Acaso el ya no me extrañaba a mi?

- ¿ No creen que es un poco tarde para llegar a estas horas? - el profesor le gritaba a alguien, pero no levante lo vista, mi cuaderno de apuntes era mas interesante que cualquier vándalo juvenil que quisiera hacerse el rudo llegando 15 minutos tarde al aula. - Solo porque son nuevos están perdonados, Ajora entren, antes que me arrepienta.

Que diversión. Dos vándalos en vez de uno. Por lo menos tenia el consuelo de no ser la única nueva en este lugar.

Sentí como dos cuerpos tomaban asiento a ambos de mis lados. Genial, ahora tendría que tolerarlos ya que me encontraba al medio de ellos.

Bendigo el día en que traje mi cuaderno de apuntes. No debería prestar atencion a nadie mas a que él por lo menos lo que quedaba de la hora.

- ¿Me prestas una lapicera, Pandi? - tenia voz aguda, así que supe que era una chica. Suspire frustrada, y sin mirarla se la otorgué.

Esperen un minuto...

Mi cabeza se dio vuelta con rapidez, y mis pulmones comenzaron a moverse acelerados, con un movimiento hacia arriba y hacia abajo.

- ¿Lauren?- dije observando su perfil, mientras ella miraba con diversión hacia el profesor.

- Presta atención, y aprovecha de deleitarte con la belleza de ese profesor.

Lágrimas se acumularon en mis ojos. Pasaron así 20 minutos mas, escribiendo en lo cuaderno y compartiendo comentarios con Lauren, mientras no miraba hacia ningún otro sitio.

Gracias a el cielo tocó el timbre de receso. Mientras todos salían al patio, yoe levantaba para abrazar a mi mejor amiga.

- ¿Qué haces aquí?- no pensaba separarme de sus brazos, la necesitaba tanto.

- Te extrañabamos mucho, así que decidimos venir aquí.- soltó con simpleza, separándose de mis brazos con lentitud.

- ¿Extrañabamos?

- ¿Para mi no hay abrazo? - habló alguien atrás mío. Esa voz. - Yo también te extrañe mucho, Nicky - me di la vuelta y estaba ahí, no era un sueño, el estaba ahí, parado. Con el mismo uniforme que yo y con sus brazos abiertos.

- ¡FEDE! - grité emocionada, saltando a sus brazos.

Solo con sentir sus brazos envolviendome, podía decir que lo tenia todo. Mi corazón volvió a estar completo, cuando estaba al lado del suyo, latiendo a la misma sincronía.

- No te vuelvas a ir, por favor- su voz salió cortada y sonreí. Saber que esto le había dolido tanto como a mi me hacia saber que esto valía la pena.

- Nunca mas, amor, nunca más - me separé un poco de él, y observe su rostro. - ¿Puedes ser mas perfecto?

- Solo hay una forma. Que camines agarrada de mi mano- sonreímos con nuestros ojos reteniendo lágrimas de alegría.

El simplemente se separó de mi, buscando algo en su mochila. Me di la vuelta y vi que Lauren tenia su celular en mano, grabando el momento. Pero ¿que grababa?

- Nicole... - giré a verlo nuevamente, y vi que estaba arrodillado frente a mi. Oh no. - Te conocí en un salón de clases, me enamore de ti a la distancia, te ame en secreto y hoy estoy agradecido de saber que tu sientes lo mismo por mi. - tendió sus manos para que yo le diese la mía - Luego de meses llenos de aventuras, dolores y triunfos me di cuenta de algo increíble. No quiero estar con nadie más. Te fallé una vez, pero no pienso volver a hacerlo. Se que las piedras vendrán, pero contigo a mi lado, soy indestructible. Te amo, te amo a tal punto que hice una mudanza a tres mil kilómetros de mi casa solo para estar contigo. Pero no me fui de mi hogar, si no que vine a él. - en este punto estaba llorando y riendo sin sentido, la emoción me abrumaba- Mi hogar es donde tu estés sosteniendo mi mano, así que no quiero alejarme de mi hogar nunca más. Nicole Castillo, me harías el honor de llenar mis días con tu única luz y belleza aceptando ser mi novia? - me otorgo un ramo de flores que tenia sobre una silla y me miró con un brillo inigualable en sus hermosos ojos marrones.

- Levantaté y besame, tonto- sonrei con la felicidad escapando de cada poro de mi ser.

Este momento, no podía arruinarlo nadie.

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Que interesantes son los cambios de la vida. Pero aun mas interesante es la capacidad que tiene de darnos a las personas correctas en el momento exacto.

Hoy, vivo feliz.

Tengo una madre que me ama y vela por mi, con la cual disfruto el llegar a casa y amo estar en ella.

Tengo a mis dos mejores amigos viviendo a dos cuadras de mi hogar , una en el mismo salón que el mio, y el otro trabajando por las mañanas y asistiendo a una reunión de rehabilitados por la tarde.

Tengo un novio que me ama, y con el cual cumplimos un año la semana pasada.

¿Que mas podría ir bien?

A veces, no es necesario tenerlo todo para ser feliz. Solo es necesario tener lo fundamental.

Pase por mil tragedias, derrame mil lágrimas y sufri mil veces. Pero con ayuda de alguien allá arriba, hoy paso por cien mil victorias, suelto cien mil sonrisas y soy feliz eternamente.

El amor a veces llega de los formas menos imaginadas y lo encontramos en las personas menos esperadas. Y yo lo encontré en un simple chico de rizos castaños y ojos marrones que me demostró lo hermosa que es la vida de la mano de la persona correcta.

- Te amo tanto, Nicky - acarició ki mejilla, mientras las estrellas nos abrazaban en medio de la oscuridad y el pasto nos acariciaba la piel, tendidos en mi patio trasero.

- Sigo sin entender, como te has enamorado de mi - suspire nostálgica, recordando los primeros momentos.

- ¿Como no iba a hacerlo? Eres lo mas cercano a la perfección que conozco. Imposible no enamorarse de todas esas cosas. - se acercó y besó mi frente con dulzura.

- ¿Que cosas?

- Estoy enamorado de tu sonrisa, de tus labios, de tus ojos. Estoy enamorado de tu cuerpo y como bailas cada vez que estas feliz. Estoy enamorado de tus berrinches de nena chiquita y de tu marudez de vieja de 50 años. Estoy enamorado de tus triunfos y tus derrotas. Estoy enamorado de tus heridas del pasado y de tus lágrimas, solo cuando son de felicidad. Pero estoy completa y perdidamente Enamorado de tus cicatrices.

Fin.


Enamorado de sus cicatrices.Where stories live. Discover now