Enamorado de sus cicatrices.

Capítulo 25: Huir

Federico POV:

La adrenalina corría por mis venas; podía sentir como se apoderaba de cada rincón de mi ser.

No sabía aún el motivo. Quizás fuese que Nicky por fin volvió a hablarme luego de todo lo ocurrido,  la posibilidad de que ella estuviese sufriendo y yo no estuviese para secar sus lágrimas.

Sin más tardanza, corrí escaleras abajo y me fui de mi hogar. Pensaba en ir en auto para apresurar mi recorrido, pero mi mente demandó otra cosa a mis piernas, que tomaron velocidad y corrieron sin parar en dirección a la casa de Nicole.

No me importaba absolutamente nada, solo quería volver a verla y confirmar que ella estaba bien.

Estaba llorando Federico, claro que no lo está.

Los pocos jóvenes que se encontraban en las calles a esta hora de la noche me observaban raro, e incluso atemorizados. Yo también lo estaría si un chico corriese con todas sus fuerzas en plena calle a media noche.

A lo lejos, pude divisar su casa; la cual se acercaba cada vez más conforme pasaban los segundos. No pensaba esperar a que me abriese la puerta, ya que existía la posibilidad de que estuviera Lautaro o su hermanastro, así que trepé uno de los árboles de su patio que daba justo frente a su ventana. Traté de observar a través de ella, sin embargo la oscuridad absoluta del cuarto me lo impidió.

Di dos golpecitos leves contra el vidrio esperando que Nicole no se haya arrepentido.

Distinguí una tenue luz que alumbró suavemente el interior de la habitación de forma instantánea. Pasaron menos de 15 segundos hasta que la ventana se abrió discretamente. Y ahí estaba ella. 

Ella y sus hermosos ojos mieles. 

- Federico...- susurró incrédula mientras un sollozo escapaba de sus labios. 

Quise responder pero no pude. En vez de eso, entre a su cuarto y me paré frente a ella. 

Mi vista recorrió cada sector de su cuerpo. Su cuerpo lleno de cicatrices y moretones.

Necesitaba preguntarle quién y que había ocurrido, pero no pude contener más el impulso que llevaba dentro mío, y lo hice. 

Sin pensarlo dos  veces, tomé su cara con una de mis manos y la besé. 

Fue un beso lento y dulce, pero que demostraba todo el amor que aun le tenía. Mis manos tocaban el cielo con el simple hecho de acariciar su piel nuevamente. No sé en que momento inició, pero cuando nos separamos noté mis mejillas húmedas. Estaba llorando.

El simple hecho de oler su fragancia me embriagaba y me hacia no querer alejarme nunca más de su lado. 

Pegué mi frente con la de ella, mientras entrelazaba los dedos de ambos manos. Nuestras respiraciones eran lentas y ambos nos mirábamos fijamente, con los ojos cristalizados.

- Te necesitaba tanto, Nicole- 

Cerré mis ojos para disfrutar el momento mientras aguardaba una respuesta de Nicky, pero esta nunca llegó. 

- ¿Nicole?

- Bésame de nuevo, Fede- susurró haciendo que su aliento chocara contra mi rostro. 

Sonreí entre lágrimas y cumplí su petición. Un beso lento, con el que se podía disfrutar cada milisegundo de aquel momento.  Hubiese seguido, pero noté como el cuerpo de Nicole vibraba... sus sollozos se hicieron más pronunciados y ella simplemente explotó en llanto.

Hice que se sentara en su cama, yo a un lado de ella, y la abracé. Quería que entendiera que no importaba ya más nada. Yo  estaba aquí y no pensaba volver a irme JAMÁS.