Capítulo 4: Hermanastro

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Federico POV :

La estaba leyendo.

  Pude ver como sus ojos se abrieron y sus mejillas se sonrrojaban aún más. Era demasiado adorable para mí, y hacia que mi sonrisa de tonto enamorado se ensanchara y un suspiro se escabullera de mis labios.

   Se acomodó un mechón de cabello tras de su oreja e intento mirarme "disimuladamente", como lo había estado haciendo la última hora.

Yo le sonreí cuando nuestros ojos se encontraron, y ella devolvió rápidamente su mirada a su cuaderno de apuntes.

   Estaba por mandarle una cartita más cuando sonó el timbre, informandonos que las clases habían finalizado. Mi felicidad era muy obvia al ver como ella guardaba todos sus útiles y esperaba que yo hiciera lo mismo para encaminarnos a su casa.

Guardé mis cosas en mi morral y me acerqué a donde ella me aguardaba.

— ¿Lista? — pregunté mientras le sonrreía sin siquiera querer hacerlo.

— Si... —susurró ella — vamos.

   Y diciendo esto nos dirigimos hacia las afueras de la institución. Noté enseguida como los pasos de Nicole eran acelerados y como jugueteaba con sus dedos en un acto nervioso.

—¿Te ocurre algo? — le pregunté un poco preocupado por su comportamiento.

— N-no estoy b-bien— apenas contestó.

  Intenté creerle e inicié una conversación al azar para que pudiese sentirse más cómoda. Seguimos hablando de temas sin mayor relevancia hasta que ella se detuvo frente a una casa, negra con blanco de dos piso pero bastante grande.

—Esta es mi casa— susurró mientras nos acercabamos a la puerta del portón, el cual separaba la calle de su patio delantero. Al instante, metió la mano en su mochila, hasta que un sonido agudo se escucho en ella, para luego sacar un par de llaves sostenidas por un llavero rosado.

   El portón se abrió e ingresamos ambos a su propiedad, dejándola pasar a ella primero. Su patio delantero era muy delicado, con hermosas flores de distintos colores adornandolo y un angosto camino hecho de pequeñas piedritas que te guiaban a la puerta de entrada.

  Llegamos a una puerta promedio hecha de madera, donde Nicole sacó sus llaves nuevamente y la destrabo con una de estas un poco mas llamativa que la del portón.

   Sin embargo, aún despues de unos segundos no abría la puerta, dejando su mano en el pomo de esta y fijando su mirada en el suelo.

— Quedate aqui un segundo ¿si? — suplicó sin mirarme. No entendía, pero decidí obedecerla, ya que seguramente tiene sus motivos.

Nicole POV:

Pude ver como el asentia lentamente.

   Había olvidado por completo la posibilidad de que mi hermanastro este en la casa. Mi ser comenzó a temblar y cerré mis ojos, buscando algo de valentía para afrontar lo que venía. Abrí lentamentente la puerta esperando lo peor, para despues adentrarme un paso a la casa.

— Ya vengo, quedate aquí — le susurré a Federico— y por lo que más quieras no hagas ruido— susurré rogandole. Al levantar mi vista para ver una respuesta de su parte pude notar como la confusión lo abrumaba, pero al contrario de lo que me imaginaba, el solo asintió dandome una sonrisa reconfortante. Cerré la puerta despacio, para que el no se sintiera como si lo estuviese echando y me dí media vuelta sobre mi eje.

Tragué saliva y respire hondo.

— ¿Sebastián?— llamé llena de miedo, avanzando con cautela.

No obtuve ninguna respuesta.

— ¿S-sebastián? — no pude evitar tartamudear, debido a los nervios que me producía ir subiendo las escaleras en dirección a las habitaciones.

Nuevamente nadie respondió.

   Caminé dejando mi mochila en las escaleras y llegando a la planta alta. Me dirigí a la puerta negra de la izquierda y la golpee suavemente mientras una lágrima de nerviosismo se deslizaba por mi rostro.

   Mis respiraciones eran agitadas y mi mente se imaginaba lo peor... Que el si estuviera en casa.

—¿Sebastián?— llame por última vez, antes de tomar el pomo de la puerta y girarlo lentamente. Luego de un empujoncito, la puerta se abrió, mostrando la vista de una habitación vacía.

Caí de rodillas al suelo y un sentimiento de alivio recorrió todo mi cuerpo.

Estuve en esa posición hasta que mi respiración se normalizó y el nudo de mi garganta fue desapareciendo.

Me levante del suelo, salí de la habitación cerrando la puerta tras de mi y fui a abrirle la puerta a Federico, esta tarde estaba a salvo.

Woow! Capítulo misterioso
¿Porque sera que Nicole le teme tanto a Sebastian?
Dejen sus votos y comentarios. Un beso

Enamorado de sus cicatrices.Where stories live. Discover now