Capítulo 41: Ultimo baile.

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Recomendable escuchar con "Derniere Danse" de Indila. ¡Que disfruten del cap!

Atravesamos la pista de baile con las manos entrelazadas zigzagueando entre los invitados enmascarados que bailan en parejas o en grupos de tres

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Atravesamos la pista de baile con las manos entrelazadas zigzagueando entre los invitados enmascarados que bailan en parejas o en grupos de tres. Veo algunos intercambiando risas, otros con los hombros tensos, incluso noto a una dama regañando a su pareja por pisarle los talones. Cadell me da una vuelta en mi propio eje, para luego tirar de mi muñeca causando que nuestros pechos chocaran. Cuando pasó la mano por mi cintura, el tacto se sintió a través de la tela ocasionando que se me erizaran los vellos del cuello y un escalofrío arremetiera  mi cuerpo. Alcé la barbilla para mirarle directamente a los ojos mientras posaba una mano en su hombro, y con la otra su propia mano.

Nos mecimos al compás de la música. La canción era demasiado lenta para mi gusto, así que sonreí, recordando un hechizo que Esmereé me había enseñado en nuestras primeras lecciones con el grimorio. Cerré los ojos, e invoqué la música.

Los sonidos van, las notas vienen, como anhelos del corazón.

La música paró, para dar comienzo a una nueva melodía causado por el pianoforte de la orquesta. La intérprete femenina, comenzó a cantar justo cuando abrí los ojos. Cadell me observó con la ceja enarcada y una sonrisa picara, pero en vez de decir algo acerca del hechizo; comenzamos a bailar.

Los silbidos de emoción de los presentes al escuchar la canción fue un incentivo para recordar el porqué había decidido esa melodía. Deje que Cadell me guiará por la pista de baile, dando giros, moviendo nuestras manos, e incluso dejando que inclinara mi cuerpo hacia abajo. Nuestras manos iban y venían, al igual que nuestros pies al ritmo de la música. Me deje llevar, deje que mis propios instintos me dejaran fluir con las notas del piano y el violonchelo, además de la mirada intensa que me dedicaba Cadell después de cada vuelta donde nuestras narices terminaban rozandose, y el sonreía ampliamente, con un brillo en sus ojos que fácilmente me haría temblar.

Deje que guiara mis pasos, que me arrastrara al éxtasis de sentir su corazón junto al mío cada vez que nuestros pechos volvían a chocar. Y cuando el ritmo aceleró, Cadell no dudo en hacerme girar, dejando que hiciera con mi cuerpo lo que quisiera, con tal de que no se detuviera. Canción tras canción, nos unimos en una misma sintonía, y cuando creía que desfallecería en sus brazos, otra canción volvía a empezar, y volvíamos a enredarnos en nuestra propia burbuja.

Porque aunque estábamos rodeados de personas, yo sentía que solo éramos él y yo en el mundo.

— ¿Por qué no me dijiste sobre el vinculo? — pregunte llamando su atención.

— Porque tenia miedo de que no fuera lo que tú quisieras. Estaba aterrado de que pensaras que el destino se equivoco con nosotros — respondió.

Me quede helada mientras seguimos bailando. El silencio volvió a envolvernos.

— ¿Te diviertes? — susurro en mi oído con las manos en mi cintura mientras volvíamos a balancearnos con el ritmo de un vals. Yo descansaba mis manos en sus hombros, asintiendo con la cabeza. Quedamos en silencio unos segundos, hasta que Cadell volvió a hablar— Astavile me creo en el Pozo de las almas de Inferno; fue un favor para mi padre.

Entre Uniones de SangreWhere stories live. Discover now