Capítulo 27: Para mí.

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ADVERTENCIA: Contenido +18 en el siguiente capitulo. Se recomienda discreción.

El corazón me latía desbocado dentro del pecho

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El corazón me latía desbocado dentro del pecho. No estaba segura del todo si seguía respirando o en realidad estaba conteniendo la respiración. Me sostuve del tronco de la palmera con una mano, y la palma comenzó a picarme a causa de algunas hormigas que caminaban sobre ella. También incluyendo el hecho de que ambas manos ya me picaban a causa del sudor que comenzaba a acumularse en ellas por los nervios. Cadell seguía hincado frente a mí, con los ojos expectantes, buscando alguna señal en mi rostro, alguna respuesta sobre todas las cosas que acababa de decir.

Esa luz tuya que me vuelve loco.

Aunque quería interpretar sus palabras en algo negativo y odioso, el brillo de sus ojos sinceros no me lo permitían del todo. Estaba viendo el semblante más sincero y nervioso que alguna vez hubiese visto plasmado en el rostro del Rey de sombras. Abri y cerre varias veces la boca, para cuando Cadell ya se ponía lentamente en pie y se acercaba con cautela. No me había movido ni un centímetro, observando sus pasos inseguros hacia mi. Podía escuchar los latidos de mi corazón, incluso los suyos una vez estuvo a escasos centímetros de mi cuerpo. Tuve que elevar la barbilla para poder verlo directamente a los ojos, el abrió la boca para hablar y yo hice lo mismo, nuestros alientos chocaron y... el portal comenzó a abrirse a un costado de nosotros, elevando en pequeños huracanes la arena que rodeaba la isla.

Nos separamos rápidamente, aun así sabiendo que era imposible que la corte de Maleficae hubiese presenciado tal espectáculo lleno de tensión y confesiones que seguían latentes sobre nosotros a través del portal que acaban de invocar para llevarnos de regreso al castillo. No obstante, Cadell irguió la espalda cuando comenzó a caminar hacia el vórtice con espirales girando con violencia en tonos azules, rojizos y dorados. Era la primera vez que veía esos colores en el portal. Cadell me tendió la mano ya cerca de él, causando que el viento que ocasionaba su movimiento le moviera un poco el cabello. Acepté su ofrecimiento colocando mi mano sobre la suya, y a pesar de llevar las manos enguantadas, sabía que él había sentido la misma corriente eléctrica que recorrió mi columna dorsal.

Atravesamos el portal al mismo tiempo, tomados de las manos y sin decir palabra. La oscuridad de los espirales nos envolvió, y una suave brisa me acarició el rostro una vez estuvimos dentro de la oficina de Astrophell. Solo Cerberus estaba allí, sentado en la silla del gran señor con un vaso de cristal con un extraño líquido púrpura. El bastón que no veía desde nuestro primer encuentro reposaba a su lado. El hombre sorbió un poco de su vaso antes de ponerse en pie con ayuda del bastón. Algo muy malo había pasado si tenía el rostro tan descolocado y no había señales del resto de la corte. El portal se cerró a nuestras espaldas dejando en el aire un zumbido suave y un olor dulzón que me hacía picar la nariz.

— Amatista ha enviado un mensajero. Solicitaron  a Astrophell en Deliciae. Una reunión al igual que al resto de los reyes, también llegó una carta para ti. Pero tardaron demasiado en solicitar el portal, iba a ir a buscarlos yo mismo. Astrophell se fue demasiado preocupado— Cerberus observó nuestras manos entrelazadas y yo no pude evitar soltarme. Cadell gruño sin dejar de ver a Cerberus quien sonreía coqueto— Entonces, se divirtieron.

Entre Uniones de SangreWhere stories live. Discover now