CAPITULO 54 GOOD DAY SUNSHINE

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SHADIA

Me removí entre las sábanas cuando sentí que su ausencia sobre la cama. Lo vi caminar hasta el baño con el trasero al aire; que lo envidien las esculturas griegas porque estaba delicioso.

Me quedé nuevamente dormida hasta que lo escuché salir del baño; no abrí los ojos por completo e intenté observarlo mientras se vestía en silencio. Dejé salir una sonrisa que tenía aguantada cuando me dio la espalda.

¿Por qué a veces nos complicábamos tanto la vida con cosas sencillas? Me gustaba eso, me gustaba él pero...sexo sin compromisos. ¿Tendría razón la abuela al decir que muchas cosas estaban pasando en nuestras narices y nosotros simplemente lo estábamos jodiendo? Sí, eso fue lo que dijo.

Abrí los ojos por completo y me permití verlo. Mi pecho se expandió y se contrajo con su sola presencia; me daba miedo pensar en algo más porque ese algo estaba ahí, suspendido en lo alto, intentando caminar en una cuerda floja desde el Empire State hasta el Chrysler.

Quería arriesgarme porque sabía que no le era indiferente pero los demonios del pasado se plantaban en medio y me pinchaban con las dudas.

— ¿Ya te vas? —Se sorprendió al escucharme.

—Ya casi, voy a salir por algo de comer, regreso y después me voy.

Me levanté abrigándome con las sábanas y caminé hacia él. No llevaba su pijama de Médico puesta sino una camisa blanca con pantalones beige y zapatos cafés.

— ¿Vas a ir así vestido?

—Hoy estoy libre, solo tengo esa junta médica en el hospital —me recordó.

— ¿Ahora si me vas a decir exactamente qué clase de error cometiste ayer? —Me detuve a centímetros de él, lucía ojeroso, cansado y triste.

— ¿Vas a estar aquí cuando regrese?

—Probablemente no —confesé.

—Puedes buscar ropa en el armario mientras se seca la tuya, ya la he puesto a lavar. —Le mostré una sonrisa de agradecimiento.

Daniel recogió algunas cosas en la habitación y me dio la espalda para salir. Por un momento miré al suelo pensando que hacer, que decir, y finalmente me arriesgué.

— ¿Quieres que me quede?

Se giró y me enfrentó con la mirada, yo le respondí igual, ambos nos sentimos sorprendidos por lo que acababa de decir. Silencio. Ninguno de los dos emitió si quiera un sonido.

Miré al suelo buscando los pedazos de dignidad que quizás quedaron esparcidos después de mi pobre intento de avanzar en algo.

—Voy a tomar ropa prestada mientras la mía esta lista y me voy —rompí el silencio y le pasé por al lado en dirección al closet.

Nocturnos © [+18]  ✔️Where stories live. Discover now