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CAPITULO 8 I'VE GOT A FEELING

SHADIA

Entramos al baño de Damas.

— ¿No está lindo? —me interrogó Izzy—. No niegues que te gustó, sentí chispas entre ustedes. A él le fascinaste sin dudas desde que te vio.

Reí como tonta intentando no ser demasiado evidente ante sus declaraciones.

— ¡Estás loca! No voy a negar que está perfecto, no le veo nada de malo, pero... no creo que se haya fijado en mí.

—Ja, no seas modesta, si te ha devorado con la mirada, ¡hasta parece que te desnudó con solo verte! —Abrió los ojos con emoción.

Miré al suelo bañada en una capa de vergüenza.

Si supiera todo lo que hicimos en este baño, por favor, si las paredes le contaran...Dios... me sentía como una cualquiera.

—Es divertido, buena conversa, realmente la he pasado muy bien con él y con todos, por supuesto.

Bastante bien diría yo.

—Bueno, no era para menos, no te iba a dar semejante sorpresa mala; si me arriesgué a esto es porque de verdad les veo futuro juntos.

Reí negando.

—Calma, Celestina. —Rodó los ojos.

—No seas mojigata, aprovecha ahora que estás joven, bella y divorciada. —Reímos juntas.

—Vamos —pidió Izzy—, no quiero que nos extrañen demasiado.

Sabía que me había arrastrado al baño solo para hablar de eso. Bien me había lanzado unas cuantas miradas cómplices mientras conversábamos.

Regresamos a The Crate. Ya el lugar se estaba vaciando un poco. Me empecé a sentir algo cansada y aturdida, especialmente por sus miradas.

Joder que no dejaba de mirarme.

Me sentía por momentos perdida en esos ojos azules que extendían una gran invitación a pecar y a rememorar nuestro encuentro pasional.

Ciertamente estaba oxidada en cuestión de fiestas, hacía mucho tiempo que no estaba en una y menos en una discoteca pasándola tan bien con amigos.

Salimos juntos, despidiéndonos de una gran noche en el Phonox. Sin duda el lugar merecía su fama.

—Bueno, al parecer Nate y Daniel serán los conductores designados —consideró Greg.

—Daniel, deberías llevar a Shadia hasta el John Adams Hall —sugirió mi amiga—: Greg y yo nos podemos ir con Nate y Samantha, nos quedamos cerca.

¿En serio, Izzy?

¡Qué brillante idea!

Destilaba pura inteligencia esa noche.