Capítulo 30

590 106 1
                                    

Al oír su voz, la chica que permanece recuperándose sobre la espalda del demonio abre los ojos débilmente para verificar que aquello no es solo una ilusión debido a su estado actual.

—Vesta —Dicen los demonios al verla.

—Déjalo en paz... —Dice con un intento de autoridad, cosa que hace reír al brujo.

—Admiro tu amor por estas monstruosidades, tesoro mío. —Dice el brujo mientras acaricia la cabeza de Borja —Pero creo que ya han vivido bastante ¿No crees?

—Brujo, ahí está la chica. Ahora cumple con el trato —Dice el demonio.

—¿Trato? No recuerdo haber hecho un trato contigo, demonio —La otra Vesta lo mira con sorpresa.

—¡Dijiste que si te entregaba a la chica me ayudarías.

—Interesante; pero estoy seguro de que yo no hago tratos con demonios. Ellos me obedecen como sea.

—Tú... —El demonio se siente traicionado —Prometiste ayudarme si te entregaba a la chica... —Su voz suena decepcionada; pero luego solo parece comenzar a reír —Fui tan estúpida como mi creadora al creer que podía confiar en alguien más.

Mientras todos se distraen con el demonio que reclama a Stolas, Vesta aprovecha la oportunidad para acercarse débilmente a Borja. Quiere alejarlo de ese brujo que lo hace parecer un cachorro asustado.

Al lograrlo, Borja vira los ojos hacia Vesta sin hacer ningún ruido. Sabe lo complicado y arriesgado que es la situación. En especial para Vesta.

—Te dije... —Poco a poco su fuerza comienza a volver —Que lo dejaras en paz... —Sujeta la muñeca de Stolas y enciende llamas de su mano.

—Te recuerdo que tu magia no me hace absolutamente nada, querida. Yo también... —Abre la palma de su mano para hacer lo mismo que Vesta. —Puedo hacer lo que tú.

—Lo sé —Contesta Vesta —Pero ellos son más importantes para mí que la magia de mi madre. —su cuerpo comienza a desprender cada vez más calor. —Así que no te acerques a ellos.

Stolas mira a Vesta con evidente diversión. Pero el inconfundible sonido de un gruñido hace que sienta escalofríos en su espalda; y que todos guarden silencio.

—Oh no... —Dice Lonch.

—Borkoff... —Dice Borja.

—Aquí se termina todo, mocosa —Dice el demonio entre gruñidos, que sin perder el tiempo, salta en dirección a la chica.

—¡Salgan de aquí! —Grita Vesta al ver a Borkoff casi sobre ella.

Al apartarse el brujo, Borja sujeta a Vesta para quitarla del camino de su otra mitad y huyen hacia el bosque, no sin antes de que Vesta sujete a su demonio.

—¿Por qué...? —La mira confundida.

—No me importa lo que hayas hecho —Dice Vesta sin apartar la mirada del camino —Aún así voy a protegerte.

El demonio no hace más que solo guardar silencio. Después de todo lo que había hecho, no se esperaba que la chica quisiera ayudarla a escapar de la terrible amenaza que había llegado al bosque.

—Sujetate —Dice Borja mientras corre —No se detendrá hasta alcanzarnos.

A pesar de no poder verlo, los tres saben que Borkoff los persigue, pues la tierra tiembla con cada paso que el enorme demonio da para alcanzarlos.

—¿Cómo nos lo quitamos de encima? —Pregunta el demonio de Vesta.

—No lo sé... Espero que tía Raksha llegue luego. Necesitamos su ayuda.

—Por el momento... —Borja gira de improvisto y se detiene de golpe, provocando que Vesta caiga fuera del bosque.

—¡¿Qué estás...?!

—Ocúltate —Interrumpe Borja, mientras la otra Vesta permanece sobre su lomo.

—Pero ustedes...

—Lo distraeremos. —Dice el demonio sobre Borja —Ese demonio te quiere a ti. —Sonríe —Y bueno, aquí estoy ¿no?

—Pero Borkoff...

—No discutas y ocúltate. —Dice Borja —Ahí viene.

Dicho eso, Borja retoma el paso y comienza a correr en otra dirección, dejando a Vesta del otra lado del muro, en donde rápidamente se oculta detrás de un árbol en cuanto Borkoff aparece corriendo furiosamente para seguir el rastro de Borja.

—Tía Raksha, date prisa por favor —Murmura preocupada —Necesito tu ayuda para...

—¿Ayuda para qué?

Stolas aparece caminando hasta quedar parado justo en frente de Vesta. Su sonrisa victoriosa pone a la chica en completa desconfianza.

Borja y el otro demonio se encuentran distrayendo a Borkoff, Remena se encuentra en algún lugar del bosque, los tres demonios menores están en quién sabe qué estado, y Raksha aún no llega al bosque con Ryuka y el otro demonio de Mika. ¿Qué hará Stolad ahora que Vesta está sola frente a él y sin la interrupción del demonio que la protege?

—Ahora, tesoro mío —Se inclina levemente con una sonrisa —Tienes algo que yo quiero ¿Será por las buenas o por las malas? —estira su mano y espera su respuesta, mientras Vesta lo mira con evidente nerviosismo —Te lo pondré así. Me darás tu don con estas monstruosidades; pero tú decides si quieres sufrir o no al momento de entregármelo.

 Me darás tu don con estas monstruosidades; pero tú decides si quieres sufrir o no al momento de entregármelo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueWhere stories live. Discover now