Capítulo 17

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Luego de que Stolas desaparece junto con Vesta, Borja ya no está seguro de lo que debe hacer. Ver aquel terror en los ojos de la humana le provoca una sensación dolorosa en su pecho.

No estés triste, mi bello lobo —Borja se sorprende al sentir el tacto de una fina mano sobre su cabeza —Ya verás que todo se arreglará —Su voz hace que su interior se revuelva en un mar de recuerdos; y esa sonrisa lo deja sin palabras —Vesta está siendo controlada por el brujo del engaño, Stolas. Pero su magia tiene una debilidad.

—Pero ella... 

Vesta recordará quién eres, mi querido Borja —Dice dejando un suave beso sobre su cabeza. —Pero no puedes hacerlo solo. 

Borja ve en completo silencio a la mujer que lentamente comienza a alejarse de él. No sabe qué hacer o qué decirle. Solo puede mirarla hasta perderse entre los árboles.

<<Ella sabrá qué hacer. Siempre sabe qué hacer>>.

—Rynna...

...

No muy lejos del demonio, Lanch recorre el bosque a toda velocidad, intentando alejarse lo mayor posible del hombre. Pero también está luchando por no hacerlo. No quiere abandonar a Vesta.

—Maldito humano demonio... —Dice con rabia —¿Cómo demonios...? —Se detiene al ver a Mika frente a ella —¿Quieres pelear? —Le muestra cómo sus dedos se vuelven finas y afiladas garras —Aquí te espero demonio faldero.

—No puedes huir de él y lo sabes —Dice Mika mientras camina formando un círculo al rededor de Lanch —Ningún demonio puede escapar del brujo del engaño.

—¿Dónde está Vesta?

—Tranquila, demonio. Tu querida niña está dormida por el momento —Aparece Stolas, creando una flama anaranjada y azul en la palma de su mano —No me dio todo lo que quería. Pero, supongo que puedo estar satisfecho con tener su poder por ahora. Ya luego obtendré el otro tesoro que ella posee.

—¿Cuál es tu plan, brujo? —Pregunta Lanch, intentando mantener una mirada amenazante por sobre su miedo. —¡¿Qué es lo que quieres de Vesta?!

—¿No es obvio? —De su cuerpo comienzan a emanar suaves llamas anaranjadas y azules —Quiero lo que ella tiene. Su poder, su don. Un par de tesoros como esos no deberían estar en manos tan incapaces como las de esa niña.

—Amo... Lo mejor será no hacer nada con este demonio. Hacerlo podría significar el rechazo de la chica...

—Tienes razón —Dice el brujo —Por lo pronto, vamos con ese monstruo que aterrorizó a mi "hija".

...

A las afueras del bosque, las tres hermanas intentan procesar aquella figura que tienen en frente.

Ha pasado tiempo, queridas hermanas —Dice con su suave sonrisa.

—Rynna... —Los ojos de Raksha se nublan debido a las lágrimas que nacen por ver a su amada hermana menor frente a ella —¿Cómo es que...?

Ya habrá tiempo para eso, hermana —La Interrumpe —Deben encontrar al demonio antes de que Stolas lo haga.

—Pero Vesta...

Yo encontraré a Vesta, Raksha. Ustedes encárguense de que Stolas no encuentre a Borja.

—¿Cómo ocultamos semejante demonio del brujo del engaño?

Nada mas basta con tres brujas y una cuerda ¿no?

Raksha logra comprender a lo que Rynna se refiere. Pero antes de poder agregar cualquier cosa, Rynna desaparece transformada en sombra al igual que Gob.

—Hay que apresurarnos —Dice Raksha, volteando a ver a sus hermanas —Confiemos en Rynna. —Ambas asienten en silencio.

...

Luego de entregar su magia a Stolas, Vesta cae completamente cansada en los brazos de Lonch, quien mira con recelo al hombre que admira triunfante sus propias manos, como si pudiera sentir el aumento de poder recorrer su cuerpo.

—Solo falta ese maravilloso don que tiene para todas las criaturas de este mundo se rindan ante mí —Dice acariciando el rostro de Vesta, quien no aguantó más y solo se durmió. —Volveré en un momento. Tengo un par de asuntos que atender.

Al quedarse a solas, Lonch intenta despertar a Vesta de todas las formas inofensivas que conoce.

—Vamos, despierta —Dice moviéndola de los hombros —Vesta, despierta. Le diste tu poder a ese sujeto y va tras Lanch ¡Vesta!

—Lonch... —Balbucea entre sueños —Hace frío...

Sin su magia, Vesta no es más que una joven humana común y corriente. Frágil, indefensa, incapaz de soportar las extremas bajas temperaturas de ese lugar.

—Carajo... —Dice Lonch, al notar que la piel de la chica se torna pálida y los labios cambian lentamente a un tono azulado.

Un raro sentimiento de impotencia se apodera del demonio que sostiene a Vesta.

¿Cómo hacerla reaccionar? ¿Cómo hacer para protegerla del frío? Después de todo, él es un demonio, es incapaz de producir calor.

—Si Vesta muere... —Guarda silencio en cuanto ve a la criatura de aspecto sombrío y de ojos blancos frente a ellos —Claro... —Una curiosa sonrisa se dibuja en el rostro de Lonch, luego de entender lo que debía de hacer.

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueWhere stories live. Discover now