Capítulo 14

687 122 20
                                    

En el desolado lugar en el cual antes había un pueblo, el enorme lobo continúa perdido en sus pensamientos. Recuerda aquel tiempo en el que la pequeña niña lo miró sin ningún miedo, la niña que creció siendo criada por demonios en un espeluznante bosque bajo su protección...

—Yo... —Gob mira a Borja —Juré protegerla y... La perdí.

—Borja... —El demonio niega.

—Borkoff... —Gob lo mira confundido —Borkoff Et daemonium daemoniorum. Voy a destruir todo hasta encontrarla...

Los ojos de Borja se tornan de un color rojo brillante mientras su gruñido se hace cada vez más fuerte.

...

En Cántaro, Raksha y las demás preparan el conjuro que las guiará hacia Vesta. 

—Ni siquiera sabemos cómo se ve Vesta en este momento. —Dice Remena —No la hemos visto en decadas, en 2 siglos.

—Vesta debe tener una apariencia de una joven de no más de 15 años —Sus hermanas la miran confundidas —Al volverse una con el bosque, su tiempo comenzó a ir más lento para que el bosque perdure. Para ella, un siglo representa un año.

—¿Cómo es que...?

—El bosque y ella están conectados, así como el muro y su magia. 

—¿Por qué el bosque se marchita?

—El conjuro que Vesta y yo hicimos ese día, no tenía contemplado el que ella abandonara el bosque. La vida de ese lugar depende de ella. —Mira  a Remena. —Sin Vesta...

—El bosque morirá, y los demonios que aun siguen dentro quedarán libres.

—Concéntrense —Cierra los ojos para buscar al brujo gracias a la pista que dejó en el lugar. Pero antes de poder encontrarlo, algo llama la atención de todas.

—¿Qué es eso? —Pregunta Ryuka.

A lo lejos, el inconfundible sonido de un aullido se hace presente en el lugar. Raksha sale de la leñera y mira en dirección al sonido.

—Ya es tarde... —Dice Raksha —La calamidad regresó.

...

En el camino, Lanch y Lonch se detienen al oír el inconfundible aullido de Borja. Claramente les parece extraño oírlo hacer eso; pero no hay duda de que es él. Después de todo, aquel aullido solo puede ser producido por una sola criatura.

—¿Y ahora qué? —Dice Lonch.

—Nunca había oído a Borja Aullar. Ni siquiera cuando Vesta estuvo con nosotros.

—¿Buscan a la chica? —Ambos demonios voltean de un salto.

—¿Pero qué tenemos aquí? —Dice Lanch —El demonio con pestilencia a Miedo —Le da unas palmaditas en la cabeza —¿Tienes idea de cuántos problemas nos ha causado tu amo? Demonio faldero.

—Mi amo tiene sus planes con esa chica. Es importante para...

—Nada de lo que tu "amo" quiera hacer con Vesta es importante. —Los ojos de Lanch se clavan en los de Mika —Nos arrebató a nuesta Vesta. Y la queremos de vuelta, sin importar lo que cueste.

—No sabes en lo que te metes...

—Demoníacas señoritas —Interrumpe Lonch —No creo que sea el mejor momento para una pelea entre demonios. —El aullido se detiene —Lanch, mejor nosotros que Borja.

—Llévanos con nuestra niña demonio, demonio cobarde. —Amenaza Lach.

—Entonces síganme, su querida humana ya debió de haber despertado —Esboza una sonrisa —A ver si los reconoce.

—¿Reconoce? —Pregunta Lonch —¿Nos olvidó?

—No exactamente —Mika se transforma en una chica y se sienta —Digamos que tuvo una especie de "amnesia temporal". Pero, el amo Stolas ya se encargó de eso.

—Suficiente —Interrumpe Lanch —Deja de maullar y llevanos con ella.

...

En sus sueño, Vesta permanece de pie en medio de un bosque blanco, oscuro y aterrador.

—¿Hola? —Pregunta mientras comienza a caminar por el sendero cubierto de nieve.

—No tengas miedo —Escucha la voz de una mujer —Vas a estar bien —Por alguna razón conoce esa voz.

—¿Madre? —Murmura, viendo su propio aliento por el frío.

Un gruñido la hace querer ocultarse detrás de uno de los árboles. Mientras, una criatura enorme pasa junto a ella. El demonio que la caldera le había enseñado ¿Cómo se llamaba?

—Ese demonio...

—Rynna... —Lo escucha hablar —Tú... Me traicionaste...

Frente al demonio, la mujer de las escenas de la caldera se encuentra arrastrándose por la nieve, herida, asustada.

—Espera... —Su voz apenas es audible debido al miedo que esto le provoca —No lo hagas...

—¡Rynna! —Aparece el hombre, Stolas, con una pequeña en los brazos —¡No!

—¡Vete! Protégela... —Dice la mujer entre lágrimas antes de perderse en las fauces del inmenso demonio.

Las manos de Vesta tiemblan sobre su boca al ver la despiadada escena en la que la mujer es cruelmente asesinada, mientras que al hombre no le queda más que solo huir y abandonar el lugar. A su esposa, con ese demonio.

—No hay piedad... —Dice el demonio mientras un hilo rojo cae por su boca —Para nadie... —Dirije su mirada hacia Vesta.

Su respiración se acelera al ver aquellos ojos rojos que lentamente se viran para acercarse a ella. Quiere correr; pero no puede moverse ¿Qué debería hacer?

—Ves...ta... —Siente un dolor punzante en uno de sus hombros, que al mirar, comienza a mancharse con sangre.

El demonio salta sobre ella sin darle tiempo de correr. Todo se vuelve negro a su al rededor. Todo desaparece. Todo es muy confuso.

Al despertar, Vesta posa una mano en su pecho hasta que siente que los latidos de sus corazón se calman.

—¿Estás bien? —Stolas se sienta junto a ella y la mira con una suave sonrisa —¿Cómo te sientes?

—Yo... estoy bien... —Lo mira confundida —¿Qué pasó?

—Te desmayaste, cariño. Veías tus recuerdos en la caldera y de pronto solo... Te dormiste en mis brazos. Parece que tuviste una pesadilla.

—Vi... —Sus ojos se humedecen un poco —Ese demonio estaba...

—Tranquila, tesoro mío —La abraza apoyando la cabeza de Vesta sobre su pecho —Todo está bien. Papá te protegerá de ese demonio.

—Fue horrible cómo...

—Lo sé cariño, yo también vi ese momento —Deposita un beso sobre su cabeza —Pero descuida. Papá va a protegerte de ese monstruo.

El bosque de los demonios (2): Fuera Del BosqueWhere stories live. Discover now